Las leyes que durante años se construyeron con la participación de todas las formas de pensar, ahora son papel mojado en la tormenta de la transformación.
La imagen que se proyecta es la de una presidenta rebasada por los acontecimientos, incapaz de controlar ni siquiera su agenda ni su integridad física.
Aunque se odien personalmente, los más nefastos morenistas cierran filas con Sheinbaum respecto de la Marcha del 15 de Noviembre, el asesinato de Carlos Manzo y la acusación de ser un narco estado.
La calle se ha convertido en el último recurso de expresión de la sociedad y los grupos políticos cuando las autoridades son sordas a las demandas que hacen o las acciones gubernamentales los afectan a ellos o a sus derechos.
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