El interés de la población joven se sigue inclinando por la vida familiar.
La familia debe ayudar al ser humano a organizar su inteligencia, a consolidar su voluntad y a ordenar su afectividad practicando y encarnando los valores.
Podríamos decir que la guerra consiste en la ‘muerte’ de seres humanos por mil razones.
La moderna ‘disminución’ de la familia, y junto con ello, de las creencias religiosas, cobra cuota a la civilización.