La designación del fentanilo como arma de destrucción masiva parece ser la pieza final del gobierno norteamericano para abrirse todos los caminos legales y políticos para actuar contra las organizaciones terroristas extranjeras, antes conocidas como cárteles de las drogas.
Durante siglos, reyes y emperadores no dieron ninguna explicación a su pueblo del destino de los impuestos. Su patrimonio personal se confundía con el patrimonio fiscal.
Ojalá que apoyemos nuestra bella tradición de desear a todas las personas con las que coincidamos estos días una “Feliz Navidad”, lo que yo deseo a todos los que hayan leído este breve comentario.
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