Los grupos criminales han entrado con fuerza a la vida de los niños, jóvenes y mujeres de México, ya sea porque los recluten y obliguen a integrarse a sus filas o, incluso, por el ofrecimiento de riqueza “fácil”.
Lo que más urge en estos momentos en el país es que el gobierno federal cambie estrategias para conformar un gobierno tan transparente, que no necesite arrastrar fantasmas.
El país se acerca de manera acelerada a un callejón sin salida y el desinterés, inmovilidad y conformismo de la mayoría de la sociedad mexicana son factores facilitadores de esta situación.
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