Sin presupuesto, no hay plan. Mientras el Congreso repartía 18 mil millones en bolsas partidistas, Michoacán no recibió un peso específico para su recuperación.
La paz no se decreta: se financia, se mide y se construye con la gente.
Es absolutamente inaceptable que millones de mexicanos sigan callados frente a la complicidad del régimen con la violencia desbordada, a pesar de que a todos nos puede tocar.
Unos jóvenes jalaron el gatillo contra Carlos Manzo, el gatillo de armas ilegales que alguien les dio, para ejecutar una orden dada por alguien más, en un evento público y a la vista de todo mundo.
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