Ser sorprendidos en actos de corrupción, o robando, mintiendo o engañando debería generar vergüenza en un político normal, pero la secta morenista ya no siente vergüenza por nada.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo.Acepto