No es la primera vez, ni será la última, que el país pase por esto. Son parte de las discusiones públicas, son también las fantasías de la sociedad, de cómo somos y cómo nos vemos.
Tal vez nos está faltando sentido de propiedad y los usos y costumbres han perdido sentido. Tal vez dejamos pensar por nosotros y simplemente imitamos o dejamos hacer.
El alto el fuego trae liberaciones y ayuda, pero la paz se decide en seguridad, reconstrucción y justicia para civiles. Qué cambia hoy y qué falta para que el silencio de las armas sea duradero.
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