En un mes ya sabremos quién será la próxima presidenta de México. Cuatro semanas nos quedan para dar ese paso que, sin duda, será relevante en la historia de nuestro país.
Votar con base en datos y no en dichos ni promesas en las próximas elecciones es importante para evitar que empeore la situación económica de la mayoría de los mexicanos.
Esperemos que los miembros de la Cámara de Diputados y Senadores que sean electos en junio sean por lo menos más equilibrados, más comprometidos y menos de Morena y aliados.