El ciudadano prefiere quizás vivir con seguridad incluso a costa de su libertad. Pero ni el legislador ni el poder público pueden optar por la “Seguridad” y, al mismo tiempo, anular las libertades.
Entre acordeones, problemas electorales, falta de presupuesto, falta de organización y con una ley más pisada que la justicia en México, la elección judicial claramente no funcionó.
La mayoría de las llamadas políticas sociales han sido herramientas para manipular a los pobres, captar votos, justificar impuestos y desviar recursos públicos, más que verdaderas soluciones al problema de fondo.
Los de Morena por definición son ineptos, porque la presidenta en realidad no tiene todo el poder, porque el mundo está increíblemente más globalizado y porque la economía ya no depende del petróleo.
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