Hay situaciones que hacen mucho ruido en la vida, y ante ellas es más fácil tomar posiciones a favor o en contra y es más difícil permanecer indiferentes, sucede lo mismo por ejemplo en las enfermedades, cuando tengo síntomas y sobre todo dolor tiendo a reaccionar rápidamente, ya sea acudiendo al médico que es lo más aconsejable o como se hace muchas veces con automedicación o recetas caseras, que aunque no es lo más aconsejable es un proceder bastante común, pero de alguna manera tomamos acción, en cambio con enfermedades silenciosas o asintomáticas que avanzan sin darnos cuenta, cuando al fin hay algún síntoma muchas veces ya la situación es grave y algunas veces fatídica.
Igual nos puede suceder ante las situaciones sociales, hay algunas que hacen mucho ruido y en ocasiones los asuntos son muy importantes y otras veces más bien escandalosos, pero a la larga intrascendentes, y ante ellos la mayoría reacciona ya sea a favor o en contra. Por ejemplo, en estos momentos que estamos viviendo una etapa de precampañas electorales disimuladas bajo otros términos, hay una gran participación en los medios y en las redes a favor o en contra de tal o cual personaje, o a favor o en contra del actual gobierno o de la oposición, y día con día surgen nuevas noticias y posiciones al respecto.
Pero hay otro tema que, aunque se la está dando cierta difusión en el fondo parece ser desconocido por la mayoría o poco considerado como un asunto prioritario, sin embargo, tomando el símil de la enfermedad podemos decir que es un peligro que se va moviendo sigilosamente y puede ser a largo plazo de gran riesgo y se refiere a lo que respecta al contenido de los libros de texto.
Los estados modernos bajo la bandera de que todos tienen derecho a la educación, cosa en la que todos estamos de acuerdo, han creado un monopolio educativo que poco aa poco ha suplantado en gran parte el derecho y la responsabilidad de los padres de familia, situación que se ha acentuado ahora que en muchos hogares padre y madre trabajan quedando muy poco tiempo disponible para atender todas las necesidades de los hijos, sobre todo en el orden espiritual, intelectual y religioso.
Los que han tenido acceso a los nuevos textos comentan que más que educar se pretende ideologizar a los niños con la idea de que el presente gobierno y su ideología son la culminación de las luchas de la Independencia, la Reforma, y la Revolución, para inducir a pensar que representan los ideales históricos de los mexicanos, además de acrecentar esa visión histórica sesgada de la conquista donde no se analiza objetivamente que fue de la fusión de ambas culturas lo que dio origen a México.
De extrema gravedad es también la forma como se trata la sexualidad, sin ninguna consideración a que es un tema que entraña muchos puntos de vista morales y psicológicos, que son los padres los indicados a tratar el tema, que puede generar en los pequeños muchos conflictos y enfoques equivocados y que es algo que realmente no le compete al Estado.
Este es un tema del que todos deberíamos estar pendientes, pues la formación de los niños será la que dé bases a la formación de las próximas generaciones constructoras del México futuro, y es importante que se desarrollen con una visión libre de ideologías que son realmente extrañas a nuestra tradición, y además van en sentido contrario a lo que nos puede ayudar a la integración de México como una nación compuesta por ciudadanos preparados para enfrentar todos los retos que impone el mundo moderno, así que nos corresponde a todos sensibilizar sobre el tema sobre todo a los padres de familia de esta generación que se encuentra amenazada por ese peligro silencioso que el actual gobierno pretende imponer.
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