La paz en México sufrió un deterioro de 4.3% como consecuencia del incremento de homicidios intencionales los cuales se incrementaron a 18.4%, 61% de los cuales se cometieron con armas de fuego, de acuerdo al Índice de Paz México 2017, del Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
Patricia de Obeso, coordinadora del IEP, indicó que en el país se registraron 16 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo cual es más del doble del promedio mundial de 7 por cada 100 mil habitantes. Debido a ello, México ocupó el lugar 140 de 163 en el Índice Global de Paz 2016.
Debido a la delincuencia el país perdió 3.07 billones de pesos, lo que equivale 18% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que significó un gasto de alrededor de 25 mil pesos por persona.
El análisis de la paz en México arrojó resultados mixtos. Por un lado, la calificación nacional de la paz se deterioró en 2016, en mayor medida por el incremento en homicidios. Por otro lado, se han logrado avances en algunas reformas estructurales, por ejemplo, en la implementación de las reformas al sistema de justicia, que son necesarias para una paz sostenible a futuro.
De Obeso indicó que los estados que han presentado mayor deterioro en sus niveles de paz son Colima, Baja California Sur, Zacatecas, Oaxaca y Michoacán; mientras que los que registran mejoras más altas son Nayarit, Durango, Coahuila, Quintana Roo y Chihuahua.
Los retos
El IPM 2017 describe cuatro importantes áreas de política pública que son decisivas para alcanzar altos niveles de paz: 1) combate a la impunidad, 2) fortalecimiento de la policía, 3) estrategias para disminuir las tasas de homicidio y, 4) el papel de los gobiernos locales en la solución del problema.
El instituto que es un centro de investigación independiente y sin fines de lucro destaca la necesidad de mantener el ritmo de la implementación de la reforma de justicia y de mejorar la rendición de cuentas. México ha mostrado avances —y continuará haciéndolo— en la medida en que se fortalezca el Estado de derecho y la calidad de la gobernanza y la aplicación de la ley, pero aún enfrenta enormes retos como una creciente tasa de homicidios aunado a altos niveles de impunidad.
Pese a retrocesos recientes, el nivel de paz en México fue casi 14% mayor en 2016 que en 2011. A finales de 2016, la tasa nacional de homicidios fue 16% menor que en 2011, en los dos últimos años incrementaron nuevamente. Las tasas de delitos con violencia y los crímenes de la delincuencia organizada volvieron a niveles previos a la guerra contra las drogas. En 2016, la tasa de delitos con violencia llegó al nivel más bajo en 14 años, con una mejora de 34% en comparación con su nivel máximo en 2011. El de presos sin condena es el único indicador del IPM que no ha mejorado desde 2011; por el contrario, se deterioró 16%.
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