El planeta nos pide a gritos una verdadera educación ambiental

En el Día Mundial de la Eduación Ambiental, celebrado hoy 26 de enero, Rogelio Barrios Rosas, director ejecutivo de Reacciona Red de Acción Climática, aseguró que se necesita urgentemente ir más allá de bañarse en cinco minutos o usar bicicleta, pues la verdadera educación ambiental requiere acciones de fondo, tanto de industrias, gobiernos y sociedades.

En entrevista con Yo Influyo, Barrios Rosas, físico biomédico de la UNAM y cabeza en Reacciona Red de Acción Climática, explicó que la educación ambiental es un conjunto de conocimientos, habilidades y comportamientos que permiten que las personas procuren el medioambiente, en su entorno inmediato y no inmediato.

Y destacó que la educación ambiental ha tomado relevancia los últimos 70 años debido a que el planeta ha tenido una degradación cada vez más acelerada, lo que ha generado grandes problemáticas, como la contaminación de recursos clave como agua, suelo, aire y alimentos, la pérdida de especies, entre otras poblemáticas graves.

El estado actual del planeta en términos medioambientales es muy deplorable, se está degradando rápidamente en distintos aspectos ambientales”, comentó Barrios Rosas y recalcó que las tres grandes amenazas para la Tierra son el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la desertificación, que afectan a toda la vida existente.

El cambio climático eleva la temperatura por encima de los niveles que existieron por miles de años, lo que provoca la pérdida de ecosistemas y desbalance; la pérdida de biodiversidad se da tanto por el cambio climático y otras actividades del humano como la urbanización, y la desertificación es cuando se explota los suelos y pierden fertilidad. 

Vivimos una emergencia que nos exige una verdadera educación ambiental

El director general de Reacciona Red de Acción Climática comentó que muchas veces se piensa que la educación ambiental es reciclar, bañarse en menor tiempo, usar bicicleta, entre otros aspectos, pero “esas son acciones que tienen muy poco impacto en el problema sistémico” y redefinió eso como una cultura ambiental muy pobre.

Rogelio Barrios explicó que la verdadera educación ambiental consiste en que como individuos y sociedades nos cuestionemos si la manera en que vivimos nos va a permitir tener un planeta para corto, mediano y largo plazo, y a partir de ello desarrollar estilos de vida que nos permitan tener un equilibrio con el medioambiente y no afectarlo.

Además, compartió que aunque se ha tratado de limitar a industrias y gobiernos para que haya mejores regulaciones y acciones para procurar el estado ambiental, no se ha logrado, lo que nos ha llevado a estar en “una verdadera emergencia socioambiental” y a que una de las últimas esperanzas del planeta sea la educación ambiental.

“Según reportes de cómo se debería actuar ante la crisis que atravesamos indican que nuestra respuesta está siendo muy lenta”, aseguró y recalcó la situación amerita que de un día a otro transformemos cómo vivimos, trabajamos y nos relacionamos con la naturaleza, y que como sociedad demandemos acciones fuertes y comprometidas de industrias y gobiernos, para modificar los sistemas económicos e industriales.

Las acciones por el planeta no llegan ni se imponen, juntos debemos construirlas

“La educación ambiental es una de las mayores esperanzas que hay para el planeta”, destacó Barrios Rosas y aseguró que para transformar al mundo a favor del planeta no se nos deben imponer cambios, si no que tiene que ser la misma sociedad, quien sumada con insdustria y gobierno genere modificaciones, políticas y acciones.

El académico afirmó que en la creación de políticas y acciones es muy importante incluir a las poblaciones más marginadas y vulnerables, como lo son los grupos indígenas, las infancias, las personas con discapacidades, los adultos mayores y las mujeres.

Finalmente, para las personas que apenas se adentran en la educación ambiental, Rogelio Barrios recomendó iniciar con un huerto urbano, realizar voluntariados ambientales, aprender a clasificar los residuos, o leer textos que cuestionen nuestro sistema, pero siempre se debe ir más allá e involucrarse y promover acciones contundentes.

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