Iglesia y empresarios se comprometen a trabajar por la paz de México

Sumar esfuerzos, dialogar y caminar hacia la misma meta que es la reconstrucción de la concordia, la legalidad y la paz en México es el compromiso que asumieron integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y dirigentes empresariales durante el Encuentro Nacional Por la justicia y la paz en México, que se llevó a cabo en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Universidad Jesuita de Guadalajara.

Asimismo, a través de una declaratoria, fruto de la reunión, los asistentes convocaron a todos los mexicanos a sumar esfuerzos para tejer redes fraternas y solidarias de acción y colaboración mutua que permitan restaurar la paz que el país necesita.

“¡Trabajemos juntos con la esperanza de que lograremos un México en paz, con justicia y con futuro para todos!”, subraya el pronunciamiento firmado por monseñor Rogelio Cabrera López, presidente de la CEM;  José Medina Mora Icaza, presidente de Coparmex; monseñor Ramón Castro Castro, secretario General de la CEM; Eugenio Cárdenas Zaragoza; presidente de la Confederación USEM; Alexander Paul Zatyrka Pacheco, rector del ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara; José Abugaber Andonie, presidente de Concamin y José Héctor Tejada Shaar, presidente de Concanaco.

Construir la paz necesariamente pasa por la impartición de la justicia, así como por un Estado de derecho que sustente y asegure un orden justo para todos sus integrantes, y restablezca las condiciones indispensables de legalidad y transparencia, que nos permitan avanzar hacia una realidad distinta, en un marco donde todos los ciudadanos encuentren la seguridad de sus derechos y obligaciones que los lleven a construir la casa común que deseamos todos”, menciona el escrito.

El documento señala que “la incesante y creciente violencia que vivimos a lo largo y ancho del país, las muertes y desapariciones de tantas personas, el impacto del crimen organizado, la migración, la extorsión, la conflictividad social y política, son signos de una crisis que se sigue escribiendo en la pospandemia, que además de afectar la tranquilidad de todos, condicionan nuestro actuar como mexicanos.

En medio de esta atmósfera de desconcierto e incertidumbre y ante la dolorosa situación de descomposición del tejido social, los obispos y empresarios de México estamos llamados a ser promotores de paz, a caminar juntos y a ser agentes proactivos para lograr la justicia que todos anhelamos y a la que tenemos derecho”.

Este evento que tuvo como sede la ciudad de Guadalajara, asistieron 30 obispos de distintas diócesis del país, sacerdotes, presidentes de organismos empresariales y empresarios de diversos sectores.

Durante la inauguración, Alexander Zatyrka, rector del ITESO, aseguró que la paz y la justicia son indispensables para construir esperanza, a este respecto señaló que los empresarios y la Iglesia deben encontrar puntos de convergencia desde la ética, la responsabilidad social, la búsqueda del bien común y la sostenibilidad.

Por su parte, monseñor Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, aseguró que la idea central del encuentro era el diálogo, que como dijo el papa Francisco, significa acercarse, expresarse, escuchar, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse y buscar puntos de contacto y del cual nunca se puede salir igual.

“La paz sólo es posible cuando todas las partes creen que las otras personas pueden aportar algo”, aseveró.

“Para ser posible, el diálogo debe considerar a todas las personas involucradas en la misma plataforma. creer que el otro tiene algo para aportar. No depende sólo de una persona, un gobierno, un organismo, una empresa, ni siquiera de la Iglesia. Debemos aceptar los aportes de cada persona”, enfatizó el prelado.

En su turno, Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), expresó que la realización del encuentro “refleja la necesidad de preservar la paz y la justicia en todo el país”.

Reconoció que México ha sido aquejado por una violencia que provoca angustia y dolor, que “siembra raíces que rompen con el tejido social y afectan la actividad empresarial y el comercio”.

El dirigente de la cúpula empresarial del país, calificó como valioso que obispos y empresarios se unan para construir alternativas al tiempo que señaló que era necesario conformar una agenda que permita evitar la polarización y la exclusión, que fomente la tolerancia, la comprensión y el diálogo.

Por su parte, Eugenio Cárdenas, presidente de la Confederación de las Uniones Sociales de Empresarios de México (USEM), señaló que es importante actuar con serenidad, valor y sabiduría. Durante su participación proyectó un videomensaje del papa Francisco en el que invitó al empresariado a ser creativos. “Un empresario sin creatividad no es un buen empresario. Dios nos enseñó la creatividad. Crezcan en creatividad y no tengan miedo. De una crisis no se sale solo, y cuando se sale, no se sale igual”, dijo el Sumo Pontífice.

En tanto, José Abugaber Andoine, presidente de Concamin, dijo que alzar la voz para acabar con la violencia significa contribuir, desde el ámbito de las respectivas competencias de cada uno, a pacificar a nuestro país. “Es necesario hacer un alto en el camino y reflexionar sobre una nueva convivencia que genere concordia entre todos los mexicanos. Solo así podremos transitar a un país en el que la paz y la armonía sean el impulso para ser cada día mejores ciudadanos”.

Por otro lado, José Héctor Tejada Shaar, presidente de Concanaco dijo que la seguridad es una condición indispensable para el crecimiento no solo del consumo interno, sino de la generación de empresas y, por ende, de la creación de riqueza.

Finalmente, monseñor Ramón Castro Castro, secretario General de la CEM, destacó que el encuentro valió la pena, que los frutos van a ser abundantes y que varias ideas pudieran quedarse en el corazón de la conciencia como la necesidad de construir confianza, aprender a ser creativos, colaborar a partir de una agenda compartida, encontrar puntos de unidad y trabajar por el bien común.

“Caminemos juntos, vale la pena, caminemos juntos con generosidad, tenemos todos una estrella que nos guía: el bien común”, dijo el también obispo de Cuernavaca, para luego dirigirse a los empresarios “cuenten con nosotros y nosotros queremos contar con ustedes, unidos en lo esencial, en la búsqueda del bien común y de la paz y justicia que tanto necesitamos”, concluyó.

En este sentido, la declaratoria firmada en conjunto por la CEM y líderes empresariales, destaca su compromiso por “impulsar la reconstrucción del tejido comunitario, comenzando por nuestras familias, por los lugares en donde vivimos, las escuelas, las empresas, los espacios de trabajo, las parroquias y las organizaciones de la sociedad civil, promoviendo, además, con ánimo, respeto y humildad, la formación en el Pensamiento Social Cristiano”.

En Cristo, nuestra paz, los Obispos han refrendado su compromiso como líderes promotores de la paz, junto con los empresarios de México para escuchar, actuar y trabajar de la mano con las autoridades y los ciudadanos, promoviendo la participación de todos en causas sociales de alcance local y nacional, priorizando la cultura y la defensa de los derechos humanos.

Cabe señalar que este encuentro es preparatorio del Diálogo Nacional por la Justicia y la Paz en México que se llevará a cabo del 21 al 23 de septiembre en Puebla.

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