El gran acontecimiento mexicano

Diciembre se asocia en muchos países del mundo con la Navidad que celebra el nacimiento de Jesús, acontecimiento que cambió la historia del mundo, sin embargo en México en Diciembre se conmemora también una gran fiesta el 12 de diciembre que son las apariciones de la Virgen de Guadalupe, y que en la historia mexicana no ha sido solamente un aspecto religioso, sino que ha significado una gran tradición y un símbolo de unidad durante muchos siglos, y aún en la actualidad pragmática todavía hay millones que acuden a la Basílica de Guadalupe de los más diversos lugares de México y de otros países, más los que visitan los templos católicos en todo el país ese día.

Nican Mopohua (del náhuatlNican Mopowa ‘Aquí Se Narra’) es el nombre con el que ampliamente se conoce el relato tradicional en náhuatl de las apariciones de la Virgen María en México, bajo la advocación de Guadalupe, escrito en 1556 por Antonio Valeriano, indígena convertido al catolicismo, y que narra en forma muy sencilla y emotiva estas apariciones al también indígena Juan Diego y la extraordinaria aparición de la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Independientemente de la creencia o no de que la imagen es fruto de una acción milagrosa, es la historia la que nos habla de que anteriormente a su aparición la labor de los misioneros avanzaba muy lentamente, pese a los esfuerzos de conversión y la gran entrega de los mismos, y después de que la imagen y la historia se fue difundiendo sorpresivamente las conversiones se multiplicaron en forma notable y la devoción a la Virgen de Guadalupe se fue extendiendo no solamente entre los indios, sino por igual entre españoles y mestizos, por lo que de alguna manera muy concreta era el primer símbolo de unidad entre los diferentes habitantes de la colonia en formación.

Así durante el desarrollo y consolidación de la Nueva España, la Virgen de Guadalupe pasó a ser un símbolo de identidad, por lo que resulta muy lógico que Miguel Hidalgo para su movimiento tomara una imagen de la Virgen de Guadalupe y los usara como estandarte de su movimiento, sabiendo que de esa manera daría la impresión de ser un alzamiento de representación popular y una especie de justificación para todas sus acciones, los otros líderes del levantamiento independentista también eran devotos de la Virgen de Guadalupe.

Después de la trágica caída del autor de la independencia Agustín de Iturbide el primer presidente de México Félix Fernández adoptó el nombre de Guadalupe Victoria, y pese a que posteriormente hubo en México gobiernos liberales antirreligiosos la devoción a la Virgen de Guadalupe se mantuvo, inclusive durante la Revolución Mexicana grupos zapatistas usaron también la imagen de la Virgen, y desde luego posteriormente los defensores de la libertad religiosa en tiempos del presidente Calles conocidos como los cristeros enarbolaron la imagen de Guadalupe como su protectora.

No cabe duda de que independientemente de la cuestión religiosa la imagen de la Virgen de Guadalupe ha sido un fenómeno muy interesante de unidad a través de la historia, y hoy que hay tan pocos signos de unidad entre los mexicanos cobra mucha importancia recordar este maravilloso símbolo nacional.

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