Y se sigue recordando

Se presume que entre el 225 y el 300 d.C., fue cuando se empezó a difundir la idea de festejar el 25 de diciembre el nacimiento de Jesús en la fiesta conocida como la Navidad, han pasado muchos siglos y aún es una gran fiesta en innumerables países del planeta, y pese a la comercialización que se ha venido impulsando desde hace muchos años y a la descristianización de la sociedad todavía es para muchas personas y muchas familias un gran acontecimiento religioso centrado en Cristo Jesús, y para muchas personas no cristianas también el festejo de la Navidad los mueve a reunirse con familiares y amigos para poner en el centro de la celebración los mejores sentimientos de fraternidad y amistad.

Pero podemos decir que en especial en México hay una preparación muy particular para festejar la Navidad por medio de las tradicionales posadas, evento ideado por los misioneros para evangelizar en forma vivencial los principales pasajes de la narración bíblica, con los personajes de María y José pidiendo un alojamiento para el alumbramiento del niño Jesús, en una combinación de oración y fiestas y unos cantos muy originales más las coloridas piñatas  son también un motivo de reunión entre familiares y amigos para compartir los mejores deseos, es una lástima que se haya perdido en muchos casos esta esencia y se llame posada a una fiesta muy alejada de sus orígenes, ojalá que en muchos hogares se retome la tradición de festejar las auténticas posadas.

La fiesta de la Navidad se generalizó también entre la sociedad, aunque muchos de sus miembros no sean creyentes, pero el encanto de la misma aún desde el punto meramente humana es de una gran motivación, y es una pena que cuando hasta hace muy poco prácticamente en todos lados, incluyendo los anuncios comerciales se dijera “Feliz Navidad” hoy en ese afán descristianizador se ha venido imponiendo el simplón “felices fiestas” que es un lema que no implica ninguna idea profunda.

La Navidad es una excelente oportunidad para que los cristianos profundicemos en las verdades de nuestra fe y sobre todo en sus enseñanzas prácticas que implican un compromiso personal, familiar y social para ser mejores, pero es también una oportunidad para la sociedad en general para buscar la construcción de una sociedad más armónica, más justa e inclusive más amistosa.

Sería muy positivo que todos impulsáramos que se mantenga viva la tradición de la Navidad por ser también un evento unificador, no solamente a nivel nacional, sino internacionalmente al menos en todos los países que se constituyeron y crecieron bajo la luz de la civilización cristiana.

Que todos tengan una feliz Navidad en compañía de sus seres más queridos en donde seguramente estarán presentes familiares y amigos.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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