El Poder Judicial es uno de los tres poderes que genera un ambiente de gobernabilidad y certeza en la defensa de los ciudadanos y una administración de justicia.
“La espera” no debe traducirse en pasividad, sino que puede ser más activa para fortalecer la esperanza que ya cambió de manos y que ahora pertenece a la ciudadanía.
La intervención del Estado en el combate a la pobreza y a la desigualdad debe tener por finalidad brindar a las personas la posibilidad de salir adelante con su propio esfuerzo.