Si no hay una mayor transparencia en los gastos de las empresas estatales, fuentes de derroches y corrupción, difícilmente se evitará una fuerte crisis económica en el 2024.
El derroche, desvíos o robos de miles de millones impunemente son una prueba que el presidente López Obrador desconoce o tolera esos desvíos multimillonarios.
AMLO, en los meses que le quedan, aunque difícil de creer, puede todavía hacer mucho para dejar un país mejor al que recibió, y no uno peor, que así será si no corrige sus errores.