El presidente es revolucionario, pero también un hombre fiel a las traiciones del pueblo mexicano, por lo que organizó una pastorela en Palacio con sus colaboradores.
Claudia Sheinbaum empezará a morderse la lengua cada vez que ataque al priismo del pasado, porque lo tiene al lado. Por lo pronto el PRIMor está de moda.
El sexenio va a terminar como empezó: a madrazos. Quizás al principio algunos tuvieron una tenue esperanza de una suerte de convivencia civilizada y democrática, pero eso se derrumbó rápidamente.
Las campañas son un gran pleito, una temporada en la que se permite casi de todo. Son los días en que se permite insultar al adversario, enfrentarlo y confrontarlo.