Ante el cochinero, ¿qué sigue?
México está viviendo una encrucijada porque nos estamos jugando el seguir construyendo nuestra incipiente democracia que implica la pluralidad y el diálogo.
El DNA empresarial nos lleva a afrontar el presente para construir un futuro próspero con dos actitudes fundamentales: con realismo y con esperanza.
No hay mejor camino para México que una economía de mercado en el que los empresarios actuantes estemos surfeando olas.
Como emprendedores y empresarios debemos asumir nuestra responsabilidad por la sociedad y también tomar en nuestras manos el futuro de México.
Los empresarios generan más del 80% de los empleos del país y no hay política social más incluyente e igualitaria que la generación de empleos.
El COVID-19 no acaba de ceder, lo cual no resulta suficiente para los retos económicos y sociales que se enfrentan tanto a nivel global como en México.
Una visión incluyente nunca se puede construir desde el pensamiento único, necesita de todos, implica la pluralidad democrática y el diálogo permanente.
La Coparmex ha planteado alternativas para lograr amortiguar el desempleo con programas como los que muchos gobiernos en el mundo implementaron.
El llamado previo a las elecciones del 6 de junio es un compromiso personal como ciudadanos: participo, voto y exijo.