Es necesario que nuestro Poder Legislativo tenga una autoridad moral que viene del cumplimiento de su función. Lo cual, tristemente, no está ocurriendo.
El caso de Venezuela nos demuestra cómo la intervención de organismos internacionales para tratar de proteger la democracia en un país es muy poco eficaz.
Si como ciudadanos no estamos conscientes de que nada es gratis, nos vamos a encontrar con que no hay recursos suficientes para dar atención mínima a la población.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo.Acepto