¿Las “benditas” redes sociales? no, son los servidores de la nación
Los presidentes de los partidos políticos no se han dado cuenta que perdieron lo más valioso que pueden tener las instituciones: identidad, credibilidad y la confianza ciudadana.
Es triste y frustrante decirlo, pero no tenemos presidente de la República. Lo que realmente despacha en Palacio Nacional es un provocador profesional.
En junio de 2021, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que enviaría al Congreso de la Unión, tres reformas constitucionales en las que tenía especial interés: La Eléctrica, la de Guardia Nacional y la Electoral.
López Obrador no es Cristo, no es perseguido y no es atacado, tampoco es pastor de culto, es el presidente de un país que no se merece tener un mandatario que sienta que su poder es casi celestial.