La honestidad valiente

AMLO debe garantizar que el próximo presupuesto sea un generador de confianza y de progreso para México.


AMLO


Según el presidente de México, el señor Andrés Manuel, él es el prototipo de honestidad, él es el prototipo de lo que debe ser un funcionario público, él es el prototipo de la democracia y la izquierda liberal. Él siempre arenga contra todo y contra todos los que piensan diferente, él nunca se equivoca, sus acciones son 100% correctas y lo que sale mal o no funciona es culpa del pasado corrupto neoliberal. Bueno, incluso vemos que su personaje presidencial combinación de mesías y emperador lo llevó a vivir a Palacio Nacional enfrente de la Catedral.

Hace uno o dos días lo escuchamos decir que para ser un buen servidor o funcionario público se necesita 99% de honestidad y solo 1% de capacidad. Yo tengo otras cifras, señor presidente: para ser un buen funcionario público de elección popular o por invitación se necesita tener 100% de capacidad y conocer el cargo. Se necesita tener 100% de honestidad. Se necesita tener 100% de humildad y capacidad de autocrítica para reconocer errores. Se necesita tener un 100% de colaboradores capaces y no lambiscones, así como 100% honestos. Deben cumplir la ley al 100%. Y puedo seguir, pero con esas cifras podemos valorar que Usted no es capaz y sí permite la corrupción, lo anterior lo vuelve corrupto.

En estos días la gran nota es que detienen a Rosario Robles por “La Estafa Maestra”, acto imperdonable, que genera un daño patrimonial de más de 5 mil millones de pesos. Qué bueno, ahora esperemos que no violentaron el debido proceso o que hay fallas que permitan que salga. Las dudas que me embargan y nos tiene a muchos mexicanos en suspenso es ¿Rosario hablará y caerán más? ¿Qué dirá Rosario sobre la verdadera historia del señor de las ligas, Bejarano? Por cierto, actualmente funcionario de su gobierno.

Su gran bandera para llegar a donde se encuentra fue su honestidad valiente y que acabaría con la corrupción. Pues qué pena, ninguna de las dos es ciertas. Su honestidad se cae al tener funcionarios con un negro pasado, se cae cuando no hay transparencia en la asignación de obras y recursos para programas sociales, no hay un padrón claro, no hay reglas de operación claras. Para obras y compras más del 70% son asignaciones directas. ¿Qué pasó con todas las pipas que compró para transportar gasolina? Su honestidad se cae por lo opaco que fue en la obra del 2° piso y por lo de los terrenos de Santa Fe que le costaron el desafuero. También se cae cuando viola la ley o permite que se viole.

Ir contra la corrupción. Esa palabra de la que durante decenas de años se ha usado para señalar malos gobiernos, esa palabra que durante decenas de años se ha usado como bandera política en campañas y que su uso y abuso ha generado más violaciones que las violaciones y abusos a nuestra Constitución. Corrupción, tema de muchos editorialistas, autores de libros y de mesas de análisis. Corrupción que no se acaba porque no se le da la justa dimensión. O sea, corrupción no es sólo relación con robo de dinero, es también mal uso del poder, es también no hacer lo que se debe en el cargo de acuerdo a la ley, también es abusar del poder y ser opaco.

Usted con sus genios colaboradores y asesores deciden parar la obra del nuevo aeropuerto porque había corrupción, pero a cambio de eso generan un daño patrimonial de más de 100 mil millones de pesos eso es corrupción y es 20 veces más grave que la Estafa Maestra. Pero como lo hizo el “honesto y puro Andrés Manuel” está bien hecho. ¿No es corrupción mentir? Porqué usted dice que su ejemplo es Juárez el gran creador el Estado Laico y ahora usted usa a las Iglesias para su Cartilla Moral y da concesiones de radio a las mismas. ¿Somos o no somos?

Y ya ni hablamos de su amigo Bonilla y la Ley Bonilla de Baja California, ni de su gran amigo y honesto super delegado que puso en Jalisco y para más reciente información la denuncia de corrupción en el programa de Jóvenes al Futuro, o como se llame, que usted quiere minimizar y dice un refrán, por cierto mal dicho de “Una golondrina no hace verano” y es “Una golondrina no hace primavera”. Señor presidente, en este caso una golondrina sí hace primavera, sí hace corrupción y esos pequeños detallitos o se acaban de tajo o esa golondrina se vuelve un buitre.

México dentro de los muchos males que ha tenido es la falta de continuidad en las acciones de gobierno, es la falta de planeación a largo plazo y mucho de esa falta de continuidad y planeación es la ausencia de la ciudadanía para participar en el desarrollo de proyectos que obliguen al gobierno en turno a realizarlos. Recuerdo con nostalgia lo que hace más de 19 años se veía como posibilidad cuando Carlos Medina Plasencia presenta su libro y proyecto 2030, yo pensé que era el momento de la ciudadanía y lástima se quedó en buenas intenciones. Esa reinventar México cada 6 años, o las entidades federativas cada 6 años o los municipios cada 3 años solo ha traído retroceso y problemas y lo peor la falta de continuidad no es exclusiva de cambios de gobierno de diferentes partidos, también cuando son del mismo partido se ve.

Toco el tema porque con esa falta de continuidad vemos obras paradas, vemos “elefantes blancos” al por mayor y eso es corrupción, es daño patrimonial. Las obras deben acabarse, si hubo actos ilegales, castigar pero no parar la obra. Cuando no hay continuidad en las acciones de los gobiernos se presta a que sean los amigos y en ocasiones éstos no son los más capaces a que lleguen a los cargos públicos por la revancha y a destruir todo lo anterior. Eso no es de Honestidad Valiente.

Y le aconsejo, señor presidente, ya que habla tanto de moral, de educación, incluso de religión pues que haga un acto de conciencia y vea sus pecados y mentiras y corrija, no siga echando culpas, ponga soluciones. Ya no ataque y calumnie, mejor trabaje y díganos como van sus actos de gobierno. Estamos a unos días del 1 de septiembre, buen momento para escuchar, lo que tanto pidió la izquierda opositora durante años, una autocrítica y un reconocer los errores y dar marcha atrás, corregir el rumbo. Yo escuché a muchos de Morena, que antes estaban en el PRD en el Congreso pedir eso, pues ahora deben hacerlo ustedes.

Vienen crisis financieras fuertes y claro no todas con génesis interna, muchas por génesis externa la gran duda es si Usted y su gabinete están preparados para hacerles frente. Su presencia internacional es nula. Su libro de Economía Moral no resolverá el problema, así que mejor vea que el próximo presupuesto sea un generador de confianza y de progreso, que la pobreza se combate generando empleo y riqueza por lo tanto a trabajar horas extras en recuperar el tiempo perdido.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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