El conflicto que viene

Si este 2 de junio vence la oposición en las urnas, habrá conflicto poselectoral, el presidente ya ha documentado ampliamente que no sabe perder, así que está dispuesto a desatar toda su furia a nombre del pueblo para no soltar la presidencia. Pero si gana la candidata oficial Claudia Sheinbaum, por escaso margen, la batalla se trasladará con toda su fuerza a la cancha del congreso de la unión, en donde veremos una pelea encarnizada por cada distrito y por cada escaño tanto de los diputados como de los senadores, pues querrán imponer el llamado plan C para que Morena obtenga la mayoría en el poder legislativo.

Pero si el oficialismo se alza con una victoria contundente que le permita controlar el congreso, con una mayoría constitucional, entonces se encenderían las luces de alerta en todo el mundo democrático, porque la ruta de México se consolidaría hacia el populismo al estilo Cuba, Venezuela y Nicaragua; cuyo modelo ha demostrado que cuando el dinero público se acaba, empieza la expropiación de los recursos a la iniciativa privada, hasta que la economía entra en quiebra.

Es decir, el panorama poselectoral viene altamente complicado, pues entraremos en un conflicto que va a requerir de nuevas estrategias por parte de la oposición, pero sobre todo, va a requerir dejar atrás la indiferencia que ha mostrado hasta ahora el sector privado, cuyos líderes prefieren hacer mutis, pensando que así protegerán sus intereses, pero hemos visto a lo largo de la historia como un modelo económico populista acelera la pobreza y cancela las libertades.

Por ahora, se ve en el horizonte un verano caliente, sin grandes liderazgos políticos, con actores que parecen no están a la altura de las circunstancias y un árbitro electoral que ya se nota torpe y a punto de ser capturado por el creciente poder presidencial.

En el corto plazo todos los mexicanos tendremos que actuar en el área que nos corresponda, salir de nuestra zona de confort para luchar y mantener a salvo nuestras libertades: La libertad de disentir, de opinar, de criticar, de emprender, de tener un patrimonio y la de decidir qué es lo mejor para los miembros de nuestra familia.

Hoy, no sólo México, una buena proporción del mundo está renunciando a la responsabilidad personal y a una verdadera libertad; pensando que dejar en manos del Estado todo el diseño de nuestras vidas, nuestros pensamientos y nuestro destino, nos llevará a mejores situaciones. El pensamiento populista de izquierda ha llegado tan lejos, que incluso la misma candidata de la oposición ofrece gastar y gastar más dinero como oferta principal, como si papá gobierno tuviera todo el dinero del mundo para complacer los deseos y caprichos de cada individuo.

Eso es parte de la crisis que hoy vivimos, se puede mentir y ofrecer el paraíso en la tierra, centrando la oferta en regalar dinero, con un gobierno que reparte el pastel, pero que no sabe como crearlo. Si la receta para salir de la pobreza y la ignorancia es regalar dinero, países como Cuba y Venezuela serían una potencia mundial.

Es en esta dinámica de auto engaño, la que nos ha puesto pone ya ante un escenario de crisis post electoral, que se puede agravar sino hay una acción responsable de la ciudadanía y de sus principales actores.

La polarización política que hemos vivido, nos lleva ahora un escenario de mayor conflicto. ¿Está usted para el conflicto que viene?

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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