De ilusiones y desilusionados

“Que no haya ilusos para que no haya desilusionados”, sentenció Don Manuel Gómez Morin, mexicano ilustre, nacido a finales del siglo XIX en Batopilas, Chihuahua, conocido como creador de instituciones, entre ellas el Partido Acción Nacional, y miembro de los llamados “Siete Sabios de México”.

Y esta frase me viene a la memoria cuando veo la realidad que hoy vivimos en nuestro país, cuando 30 millones de mexicanos se ilusionaron en 2018 con las promesas de López Obrador y lo encumbraron en la silla presidencial, para que desde ahí, lograra tener a México en la angustia diaria que hoy se vive, aunque algunos millones de los ilusos siguen sin abrir los ojos a la realidad y sostienen que “vamos bien” y que las críticas que recibe la autollamada cuarta transformación solo son de quienes perdieron alguno de sus privilegios en tiempos de lo que ellos llaman el Prian.

Creo que es válido que cada ciudadano, llegada la jornada electoral, decida por donde quiere que vaya el rumbo del país, para eso es la democracia, por ello, aunque nunca estuve de acuerdo con las ofertas políticas del candidato López, hube de reconocer que supo explotar con buenos resultados los sueños y esperanzas de la mayoría de los mexicanos que fueron a votar.

López Obrador prometió reducir la violencia en México a la mitad, pero la realidad lo alcanzó después de 6 años de desgobierno, pues, mientras que en el sexenio del Presidente Felipe Calderón las muertes violentas alcanzaron la cifra de 120 mil 463 personas, en el de Enrique Peña Nieto fueron 156 mil 66 personas, y en el del creador de la 4t sumaron 199 mil 619 homicidios, según datos oficiales. Tan solo estas cifras deberían de servir para que quienes se ilusionaron con la promesa se encuentren justificadamente desilusionados.

Otra de las promesas que ilusionaron a 30 millones de mexicanos fue la de triplicar el crecimiento económico del país, pero de nuevo, las cifras al término del sexenio cuatrotero señalan que ocurrió otra cosa. Mientras que en el sexenio del presidente Vicente Fox (2000-2006) la economía tuvo un crecimiento de 2.6%, en el de Felipe Calderón (2006-2012) de 1.8% y el de Peña Nieto (2012-2018) 2.1%, en el sexenio de la transformación a cargo del presidente López, nuestra economía subió tan solo el 0.81%. Y por el rumbo que lleva la economía en este 2025 con la presidente Sheinbaum se puede predecir que caeremos en una recesión. Otra promesa incumplida que sin duda terminará con las ilusiones de muchos.

Y la promesa que más ilusiones causó, la que se dijo que sería el emblema de los gobiernos de la 4T, que se habría de  erradicar la corrupción en México. Que si las escaleras se barren de arriba para abajo, que si el presidente no robaba nadie lo haría, etcétera, puro bla, bla, bla que consiguió lo que se quería, darle votos al candidato López y su secta cuatrotera.

Pero la realidad de los gobiernos de Morena y sus aliados es completamente diferente en materia de corrupción. Habría que señalar, ¿si tanta corrupción había en los anteriores gobiernos, porque en tiempos de la 4t no se ha metido a nadie a la cárcel por este motivo?

En cambio, ahí quedan para la historia los emblemáticos casos de corrupción en el gobierno de López que hipócritamente sacaba su pañuelito blanco como símbolo de que se había terminado la corrupción. Podemos ejemplificar con los casos de SEGALMEX, en donde se acredito el robo de más de 15 mil millones de pesos que deberían haber sido destinados para resolver problemas alimentarios de los mexicanos más pobres, en donde su entonces director fue protegido por el gobierno llevándolo a un cargo en la Secretaría de Gobernación y no se le fincaron responsabilidades.

También ahí están los escándalos en la empresa estatal Laboratorio de Biológicos y Reactivos (BIRMEX), por la adjudicación a sobreprecio de 175 claves de medicamentos causando un daño al erario por más de 13 mil millones de pesos en medio de una crisis por falta de medicamentos e insumos en el sistema de salud pública.

Otro sonado caso de corrupción fue la compra de 20 ventiladores para atender a enfermos de covid-19 a la familia Bartlett en 31 millones de pesos. La 4T haciendo “negocios” con los recursos destinados para mexicanos enfermos de gravedad durante la pandemia.

¿Y qué decir de los 100 millones de pesos malversados por Ana Gabriela Guevara en la Comisión Nacional del Deporte (CONADE)?

¿Y los negocios y tráfico de influencias de la familia del presidente López?

E igual ocurre en otros órdenes de gobierno en tiempos de la 4T, como los desvíos millonarios en Bienestar Social Municipal en el ayuntamiento de Mexicali, Baja California, en donde a pesar del paso del tiempo no hay responsables.

O en el gobierno de Baja California a cargo de Marina del Pilar Ávila, en donde recientemente nos enteramos del caso de un funcionario de la Secretaría de Hacienda del estado que no se ha presentado a trabajar después de haberse llevado más de 900 mil pesos en efectivo. Pero, en un gobierno en donde a la gobernadora y a su esposo les han retirado la visa para poder pasar a los Estados Unidos de Norteamérica por estar siendo investigados por nexos con el crimen organizado, todo puede pasar.

Y como esos, hay muchos ejemplos de que lo que se dijo, lo prometido, ha quedado solo en un sueño para muchos.

Para ilusionar se debe ser buen ilusionista, pero también que haya un receptor que se deje ilusionar. Siempre detrás de la pantalla del ilusionista hay un motivo real, el de la 4T ha sido apoderarse de todos los órdenes de poder en nuestro país, de los organismos autónomos y de todo lo que pudiera detener su crecimiento. Y así lo seguirán haciendo hasta que la sociedad lo permita.

Es mi opinión, si esta realidad no desilusiona a los ilusionados, de seguro ya habrá otros muchos motivos para que los mexicanos veamos que la llamada “cuarta transformación” es solo un fraude.

Las intenciones de López y sus secuaces siempre han sido claras, los mueve la ambición, la venganza, la división, el poder y el dinero. ¿Así, cuál transformación?

Te puede interesar: La confrontación y la mentira como políticas públicas

* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

@yoinfluyo

Facebook: Yo Influyo

comentarios@yoinfluyo.com

Compartir

Lo más visto

También te puede interesar

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Newsletter

Suscríbase a nuestra newsletter para recibir nuestras novedades.