En riesgo gran parte del patrimonio arquitectónico de México

El cuidado del patrimonio arquitectónico requiere mayor presupuesto; renovación de las instituciones tutelares del cuidado patrimonial, y el involucramiento de los profesionistas y, por supuesto, de los ciudadanos.



Cuando nos referirnos al patrimonio arquitectónico de algún lugar es común remitirse a pensar en grandes monumentos, antiguas construcciones o lugares donde sucedió algún evento histórico, pero no caemos en la cuenta de que también lo son las casas, parques, mobiliario urbano y todo aquello que reviste, distinguen y da identidad propia al sitio donde habitamos.

México es un país privilegiado por contar con un amplio legado arquitectónico que data de la época prehispánica, pasando por el virreinato, la Independencia y llegando a la época actual, a pesar de ello existe un gran descuido de este patrimonio que inclusive en algunos casos corre el riesgo de desaparecer, por lo que los mexicanos requerimos conocer, valorar y proteger este tesoro.

La directora académica de la licenciatura en Arquitectura de la Universidad Intercontinental (UIC), Abril López Villeda, en conversación con Yo Influyo, dijo que existen varios retos a enfrentar para conservar en el mejor estado posible el patrimonio arquitectónico de nuestro país lo que es una responsabilidad compartida del gobierno, la academia, los profesionistas y la ciudadanía.

Resaltó que muchas veces se tiene la falsa idea de que sólo quienes se dedican a la arquitectura son capaces de reconocer el valor cultural de las edificaciones, lo que no es así, ya que este patrimonio debe ser para el goce y disfrute de todos, de ahí que cuando alguien se siente parte de su colonia, la valora, la cuida y la disfruta, porque es el lugar que le ha cobijado, le da identidad, seguridad, en pocas palabras es suyo.

“El patrimonio va desde lo más pequeño hasta lo más grande, es decir, lo reconoces como algo propio, ‘esta es mi colonia, este es mi parque, esta es mi calle’, lo sientes cercano a ti por eso también puedes decir ‘la zona maya es mía, las pirámides son mías’”, subrayó.

Fragilidad legal

López Villeda señaló que México cuenta con un marco normativo específico para el cuidado del patrimonio arquitectónico que es la Ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos, la cual fue promulgada en 1972 y que a pesar de contener adiciones y reformas que datan de 2018, requiere mejores lineamientos y actualización, ya que por ejemplo este ordenamiento sólo contempla la protección de las construcciones anteriores al siglo XX.

“¿Qué pasa con la mayor producción arquitectónica que ha habido en México que es del siglo XX? Quedaron desprotegidas. Todas esas casas que vemos por ejemplo en colonias como Polanco, la Condesa, Narvarte, la Industrial, Lindavista y las demás construcciones en el resto de la República que fueron creadas en el siglo XX no están protegidas”, destacó.

Mencionó que hace algún tiempo tan sólo en Polanco llegó un momento en que más de 50 casas del estilo propio de la colonia fueron demolidas debido a que no existe un respaldo legal que lo impidiera. Además, cuando en esta colonia tiraban alguna casa para en su lugar construir un edificio de departamentos, la maquinaria pesada la metían de madrugada, días festivos o fines de semana para que no se dieran cuenta los vecinos y si alguien se percataba y llamaba a las autoridades de la hoy alcaldía, legalmente estaba imposibilitada de hacer algo porque carece de injerencia legal.

Y en el caso de que se encontrara algún resquicio que permitiera emitir alguna penalización, sólo se limitaba a multas que representaban una cantidad ínfimas frente a las ganancias que cada departamento generaría al ser vendido, pues mientras la sanción era en pesos, el costo de los pisos se cotiza en esa zona en dólares, aseguró.

Estas demoliciones y construcciones, al igual que intervenciones inadecuadas como la hecha a los Misterios ubicados en la calzada que lleva el mismo nombre, que años atrás fueron resanados con cemento y pintados sin respetar su material ni estilo son resultado de la falta de sensibilidad y probidad de las autoridades ya que antes de realizarse se tuvo que pasar por muchas firmas, muchos sellos, muchas supervisiones pero pudieron hacerse, porque existe corrupción, “también sucede esto en cuanto al patrimonio y cuidado y su protección está propensa a la corrupción”.

 

Restaurar o rehusar

La directora académica de la licenciatura de Arquitectura de la UIC enfatizó que en dicha institución se ha preocupado por promover materias enfocadas a la educación patrimonial y de reciclaje a fin de que los egresados de esta institución cuenten con los elementos que les permitan identificar qué edificios deben conservarse intactos y cuáles pueden ser reciclados para seguir siendo útiles, pero respetando su integridad y autenticidad.

Abril López indicó que de acuerdo con un estudio que ella misma hizo y en el cual catalogó a más de 100 edificios ubicados en la zona nororiente detrás de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, hacia la Merced y Tepito, pudo atestiguar que en el Centro Histórico más del 70 por ciento de los edificios son del siglo XX sumamente valiosos, y “eso no lo conocemos”, observó.

“En los edificios de la zona, las de vivienda tienen cualidades arquitectónicas y estilísticas muy valiosas, algunas son art déco, otros funcionalistas y otras son arquitectura que no tienen ningún estilo definido, pero no por ello no tienen gran valor”, apuntó.

Agregó que la mayoría de las casas ubicadas en ese lugar no necesitan ser restauradas toda vez que están bien estructuralmente, lo que necesitan es una remodelación que puede hacer cualquier arquitecto limpiando el espacio, dar un refuerzo a alguna estructura, cambiar instalaciones hidráulicas e hidrosanitarias, pero no son obras mayores, “la mayoría está bien, pintarlas checar si tienen alguna humedad, pulir pisos, revisar las instalaciones pero eso no requiere un restaurador sino un arquitecto que tenga la sensibilidad de respetar el inmueble patrimonial”, insistió.

La doctora en arquitectura indicó que debido a que el Centro Histórico es patrimonio cultural de la humanidad, las viviendas que están asentadas en esta zona requieren permisos para cualquier obra más allá de lo que se pide en cualquier otro lugar, por lo que tienen injerencia el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México (Seduvi), lo que complica a los habitantes arreglar sus viviendas.

Sin embargo, reconoció que existen edificios muy antiguos como la propia Catedral o iglesias o edificios históricos muy antiguos que sí requieren ser restaurados por lo que se necesita de la intervención de especialistas que analicen química y físicamente el material que fue utilizado para alguna construcción, pintura o escultura, pues no cualquiera tiene ni los conocimientos ni las habilidades para dejar igual las construcciones o las obras de arte.

Abril López Villeda recalcó la necesidad de unir esfuerzos y reforzar campañas de educación primeramente entre quienes naturalmente deben cuidar el patrimonio arquitectónico con los propios arquitectos, historiadores, restauradores, antropólogos para crear una red más amplia, además de seguir propiciando que quienes tienen en nuestra tutela a estudiantes sigan sembrando la semilla de valoración del patrimonio.

Para hacer más efectivo el cuidado del patrimonio arquitectónico en el país, consideró que en concreto deben atenderse tres aspectos: mayor presupuesto; renovación de las instituciones tutelares del cuidado patrimonial, y el involucramiento de los profesionistas y, por supuesto, de los ciudadanos.

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