El mundo nos espera, y exhorta a colaborar con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, dijo el Papa Francisco a los integrantes del Consejo Coreano de Líderes religiosos, en la Ciudad del Vaticano.
Agregó que se les demandan respuestas y un empeño común en diversos temas, como la sacralidad de la dignidad humana, el hambre, el rechazo de la violencia en especial la que profana el Nombre de Dios y la religiosidad humana, así como la corrupción, las crisis morales y la de la esperanza, entre otras.
Su Santidad indicó que tienen por delante un camino largo que debe ser recorrido con humildad y constancia, lo que ayudará a sembrar un mañana con esperanza que ayude a los hombres a ser más humanos, un mañana en que sea escuchado el grito de muchos que rechazando la guerra, piden una armonía más grande entre las personas y la comunidad, entre esta y el Estado.
Así los líderes religiosos, mencionó que deben acompañar los procesos de bien y de reconciliación, que están llamado a ser guardianes de paz, encarnando un estilo no violento y de paz, diferenciado la narrativa del miedo y la retórica del odio.
Además el Santo Padre Francisco, subrayó que para que el diálogo interreligioso sea fructífero debe de ser abierto y respetuoso. Abierto por la franqueza y la estima mutua, sincero y cordial; respetuoso, porque el respeto es la condición y el fin del diálogo interreligioso. La reunión entre el Papa con los líderes religiososo se llevó a cabo el sábado 2 de septiembre.
Cabe mencionar que en la última semana, la península de Corea, dividida política en dos países , se ha sumergido en una serie de tensiones por ensayos de misiles balísticos lanzados por el gobierno norcoreano, hacia aguas de mar de Japón e incluso para uno de ellos sobrevoló territorio japonés.
Sin embargo, las tensiones han incluido dificultades y fuertes declaraciones con el gobierno de Estados Unidos y una amenazas respecto de la pequeña la isla de Guam, ubicada en el Océano Pacífico.
Dentro de las voces que abogan por la paz en la región, también surgió la de Comisión “Justicia y Paz” de la Conferencia Episcopal de Corea, subrayando la necesidad de que se siga la vía del diálogo, siendo que la paz se realiza por la confianza mutua y no por el equilibrio de fuerzas, como lo había descrito el Papa San Juan XXIII.
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