Ciudades deben ser resilientes o transformarse para los fenómenos naturales

Ante la ola de desastres naturales provocados por el calentamiento global que se han visto en el último año, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicaron que se debe analizar a las ciudades y determinar si son lo suficientemente resilientes o necesitan transformarse para resistir las condiciones del mundo. 

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tres de cada cinco ciudades, con al menos 500 mil habitantes, en el mundo corren un alto riesgo de sufrir un desastre natural. “En conjunto, estas ciudades albergan a 1400 millones de personas, es decir, alrededor de un tercio de la población urbana del mundo”, dijo la ONU. 

Un reporte lanzado por la ONU, en el marco del Día Mundial de las Ciudades, 31 de octubre, indicó que, 679 de las mil 146 ciudades del planeta son vulnerables a ciclones, inundaciones, sequías, terremotos, deslizamientos de tierra o erupciones volcánicas, o a una combinación de estos fenómenos, lo que también afecta a la economía. 

La ONU subrayó que entre los principales problemas de las urbes está su crecimiento, lo que aunado a los fenómenos meteorológicos presenta un gran reto para los mandatarios. “Cada semana 1,4 millones de personas se trasladan a las ciudades”, resaltó António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas. 

Resiliencia y transformación humana debe contemplar un balance social 

Durante la conferencia “Transformaciones Urbanas: Hacia Ciudades Resilientes”, Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía de la UNAM indicó que, la presión generada por los fenómenos naturales en las ciudades hace que no necesariamente sean lugares para vivir, por lo que a veces las personas deben desplazarse. 

“Lo que se debe pensar, tal vez, es en la transformación de las urbes, donde se debe permitir el crecimiento, la demanda de vivienda, el efecto en la estructura de las ciudades y cuál será el efecto en el transporte, entre otros temas”, comentó Suárez Lastra y destacó que, comúnmente las personas van a ciudades y  hay crecimiento.

Por su parte, Genaro Javier Delgado Campos, del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad de la UNAM y de la Comisión Urbana de la Unión Geográfica Internacional, indicó que “siempre podemos ser mejores, más listos y más sabios” y encontrar soluciones a las problemáticas meteorológicas que enfrentan las metrópolis. 

“La resiliencia y transformación humana debe contemplar un balance social que incluya el bienestar de los ciudadanos en general, y en particular a los más vulnerables (niños, mujeres y adultos mayores), sin dejar de lado la sustentabilidad y el respeto por el medio ambiente”, dijo Gabriela Ríos Granados, de la Coordinación de Humanidades de la UNAM. 

Al respecto, Celine Rozenblat, vicepresidenta de la Unión Geográfica Internacional, resaltó que para este organismo es significativo revisar la modificación de las urbes que son los principales sitios donde se emiten contaminantes que llevan al calentamiento global, indicó que son la problemática, pero también la solución. 

“Son un gran problema para el cambio climático, pero también pueden ser su gran solución. Podremos discutir sobre las múltiples dimensiones que enfrentan las urbes en este tema como la gobernanza, el turismo, el patrimonio, los estudios latinoamericanos, etcétera, para planificar cómo mejorar”, comentó Rozenblat. 

Los expertos de países como Canadá, Malasia, China, España, India, México, Ecuador, Estados Unidos, Reino Unido, Luxemburgo, Sudáfrica y Nepal, entre otras naciones, destacaron que los espacios de diálogo son vitales y deben ser promovidos para que trabaje en opciones viables para hacer a las ciudades resilientes. 

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