México no puede cambiar en un mes

Migración, preocupación ecológica y violencia entre los temas prioritarios para la Iglesia Católica en México.


Presidente de la CEM dialoga con medios de comunicación


México tiene ante sí diferentes pruebas y adversidades como la falta de empleo y educación, la inseguridad así como las incertidumbres y esperanzas que conlleva la llegada de un nuevo gobierno, reconoció el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey.

En un diálogo con los medios de comunicación, monseñor Cabrera y el secretario general de la CEM, monseñor Alfonso Miranda Guardiola resaltaron algunos ámbitos de importancia para la atención de la Iglesia en México.

Entre ellos están la buena aceptación del Plan Global de Pastoral 2031-2033 presentado en año anterior y que sigue en el camino de su profundización y aplicación. Igualmente destacaron el seguimiento al Plan de Construcción de Paz, del cual esperan que en colaboración con otros actores sociales permita ayudar a superar la violencia y conseguir la paz.

La atención a los migrantes y la protección de la “casa común” que peligra a causa del cambio climático también son temas prioritarios.

Así mismo es de suma importancia la prevención y atención de los casos de abuso de menores por lo que se conformó el Equipo Nacional para la Protección del Menor que fue aprobado en la CVI Asamblea Plenaria de la CEM.

Atención a víctimas

Monseñor Cabrera indicó que en este delicado tema pedirá en la reunión que sostendrán los presidentes de las conferencias episcopales con el papa en Roma, que éstas sean una segunda instancia porque hoy no tiene ese carácter.

En este sentido monseñor Miranda señaló que actualmente la labor de las conferencias es sólo exhortativa, pero de acuerdo con la propuesta se podrían emitir órdenes a las diócesis, por ejemplo, para aplicar en su totalidad los protocolos de actuación o conformar sus respectivos equipos como el jurídico o el de crisis.

El arzobispo de Monterrey indicó que “es un deber ineludible escuchar a la víctima” y agregó que ésta “debe gozar de confianza” por lo que el obispo no debe poner en duda su denuncia.

El presidente de la CEM mencionó que se ha buscado a las víctimas para que hablen sobre sus casos pero en algunas ocasiones deciden no hacerlo, en otras prefieren hacerlo en privado y otras lo hacen en algún foro destinado para tal efecto como ha ocurrido en Monterrey.

Monseñor Cabrera enfatizó que la labor de escucha a las víctimas no se termina con la reunión en Roma de febrero próximo sino que es algo que queda en la agenda de cada obispo. Se señaló que algunas de las víctimas son residentes de seminarios y casas de formación pero también existen mujeres, además de los menores de edad.

Dentro de las competencias de la Iglesia está el informar a la autoridad, animar a la víctima a denunciar y en su ámbito propio expulsar del estado clerical al infractor.

Los obispos señalaron que se ha avanzado mucho en el tema ya que se cuentan con protocolos y líneas de actuación, los cuales fueron adicionados con sugerencias de la Santa Sede, por lo que se adecuaron a las leyes de los estados donde se asientan cada una de las diócesis.

“No queremos tener este problema y queremos resolverlo de raíz”, afirmó monseñor Miranda Guardiola.

Empleo, Migración y Seguridad

Sobre los despidos que están ocurriendo en el sector público, monseñor Cabrera señaló que existen dos extremos, uno que México debe de cambiar y las instituciones revisarse, lo que además se conjuga con la crisis económica y el enorme aparato administrativo que existe tanto en lo local como en lo federal pero por otro lado duele mucho el desempleo y debe fomentarse el empleo.

Además, señaló que “la gente tiene derecho a defenderse” y agregó que “no se puede despedir sin bases y sin respeto de sus derechos”.

“México está en terapia intensiva”, señaló monseñor Cabrera con respecto a la violencia que se vive en nuestro país. No obstante, subrayó que México no puede cambiar en un mes porque son muchos los mexicanos que se dedican a cosas ilícitas y el nuevo presidente “no tiene la lámpara de Aladino”.

Por otro lado, monseñor Miranda destacó la unidad episcopal al recordar que se han suscrito pronunciamientos en conjunto dirigidos al presidente de la República, además de los 11 protocolos con los que actualmente se tienen así como el trabajo conjunto de ayuda a los migrantes.

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