Durante nueve años, Lorenzo Córdova Vianello, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE); los consejeros Ciro Murayama, Adriana Favela y José Roberto Ruiz, y el secretario Ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, trabajaron día con día por México y hoy, durante el último día de labores, dejan una vara muy alta en la defensa y fortalecimiento de la democracia.
En los años que estuvieron al frente del INE, los retos fueron diversos, unos más complejos que otros y algunos tantos sumamente cansados, pero ante ataques, críticas y una lucha sucia por acabar con la democracia de México de manera ilegal iniciando desde la presidencia, nunca dejaron su papel como los representantes del máximo órgano para la ciudadanía.
Córdova y los consejeros iniciaron labores en 2014, con el reto de implementar la reforma electoral de 2014 y convertir lo que entonces era el Instituto Federal Electoral, en el Instituto Nacional Electoral y por nueve años, fueron los responsables de lograr la transición y todos los cambios que venían, a fin de mejorar procesos en elecciones.
En 2017, los consejeros estuvieron al frente de una de las elecciones más importantes de México, la de gobernador del Estado de México, en donde contendieron Delfina Gómez con Morena y Alfredo del Mazo con el PRI, pero acabó ganando del Mazo, quien también fuese primo del entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Y un año más tarde, presidieron las elecciones presidenciales, que fueron las primeras en tener un sistema electoral totalmente establecido, tras la reforma de 2014. Andrés Manuel López Obrador fue electo como presidente y desde ese momento el INE y sus representantes no pararon de recibir ataques y descalificaciones sumamente violentas.
Fue hasta 2021 cuando Córdova, Murayama, Favela, Ruiz y la mano derecha del presidente del INE, Jacobo Molina, volvieron a hacer historia, organizando la eleccion más grande en la historia, donde se renovaron 15 gubernaturas y poco más de 2 mil cargos de elección popular, todo en medio de una pandemia mundial.
IMAGEN homenaje
Con menos dinero y utilizando los recursos de los fideicomisos del INE, debido a los recortes ordenados por el Congreso, el organismo gestionó la consulta de llevar a juicio a expresidentes y la de revocación de mandato; sin embargo, la participación de la población en dichos ejercicios fue baja, pues no participó el 40 por ciento de la ciudadanía.
Tras una gestión difícil y desde 2018, muy atacada por el presidente de México, en 2022, AMLO junto con Morena, presentaron la reforma electoral, que establecía una serie de cambios que ponían en juego la democracia del país, misma que fue rechazada y con ello llegó el plan B, que proponía a grandes rasgos lo mismo que la reforma y tenía en mente cambiar distintos aspectos del INE y sus operaciones.
Hasta sus últimos días en el INE, el trabajo de Córdova, Murayama, Favela, Ruiz y Molina fue incansable, pues recientemente la controversia constitucional que resentaron ante la Suprema Corte de Justicia fue admitida y con esa última acción le dejaron claro al presidente y a cualquiera que pretenda violar la democracia que el INE no se toca.
Sin duda, con la salida de Lorenzo Córdova Vianello, Ciro Murayama, Adriana Favela, José Roberto Ruiz y Edmundo Jacobo Molina acaba una era para la democracia de México, pero inicia otra a fines de sumar esfuerzos y seguir en la lucha por el país y su mejora, pues como ha dicho Córdova en su despedida “¡Larga vida al INE y a la demorcracia plena!”.
Mañana, Guadalupe Taddei Zavala inicia como nueva consejera presidente del INE; mientras que Jorge Montaño Ventura, Rita Bell López Vences y Arturo Castillo Loza serán los consejeros en los próximos nueve años y millones de ciudadanos tienen la esperanza de que seguirán siendo clave y un muro entre la violación a la democracia y el respeto a la autonomía, derechos y trabajo del INE.
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