La CFE quiere arruinar tu bolsillo y el futuro de México

Esta semana nos enteramos de que Bartlett, este oscuro personaje, te quiere hacer más difícil la cuesta de enero sí. Este “jovenazo” que dirige la CFE, más famoso por tirar el sistema electoral en 1988 y por su muy oscuro pasado en casos gravísimos de corrupción, que por su solvencia técnica en materia energética, confesó apenas esta semana que en 2023 habrá un incremento en las tarifas eléctricas para los hogares, el primer aumento significativo desde enero del 2017, aunque dijeron que la luz no iba a aumentar, sí va a aumentar.

Este golpe se sentirá de manera muy especial en los negocios de la Ciudad de México que pagarán mucho más por la electricidad durante 2023 sobre todo en algunas alcaldías, además de la inflación, el excedente de costos observado durante el año anterior y el esperado para este año llevó a la Comisión Federal de Electricidad a elevar hasta 42 por ciento el cargo fijo de las tarifas de pequeña demanda de baja tensión (TDBT).

En el mundo moderno las economías están sustentadas en la energía eléctrica, no solo como el energético más importante del presente sino como la columna vertebral del desarrollo del futuro de ese país. La energía eléctrica es la que mueve un país o la que hace que el país se estanque.

Hay tres cosas que te importan a ti y que impactan directamente a tu familia en materia de energía eléctrica:

1) Cuánto te cuesta

2) Que la tengas sin interrupciones en donde la necesitas

3) Que se genere sin destruir tu entorno

Para que estas tres cosas que te impactan directo a ti y a tu familia se den de la manera que tú y yo esperamos hay cinco elementos cruciales que debemos entender.

1) Cómo se genera

2) Quién es la genera

3) Cómo se distribuye

4) Cómo se regula la generación y la distribución

5) Qué papel juega el gobierno

¿Qué han hecho los dinosaurios López y Bartlett en estos cinco rubros que te impactan directamente a ti en el precio, en tener o no tener electricidad y en el futuro de nuestros recursos?

Por un lado, han hecho todo lo posible para destruir la competencia y la inversión privada en nuevas tecnologías en materia de generación golpeando a todo tipo de proveedores por taras ideológicas. ¿Cuál es la tarea ideológica? esta que llaman la soberanía energética que no es otra cosa que, nosotros podemos solitos, una bravuconada que es solo un tonto eslogan que desconoce la globalización y las enormes oportunidades que la globalización genera en nuestro país.

La CFE que iba en camino para constituirse como una verdadera empresa productiva del Estado, que ya le generaba dinero al Estado, es hoy un pesado y glotón incinerador de recursos públicos, que además quema cantidades industriales de carbón y combustóleo para generar electricidad, por eso te lloran los ojos, por eso tenemos alergias todo el tiempo.

Esta compañía además desaprovecha las enormes oportunidades que hay, hoy en la generación de electricidad con gas natural, y genera enorme desconfianza e inseguridad en el mercado porque dejó de ser un competidor parejo y se ha convertido en el bullying que golpea, vía regulación y políticas públicas, a otros jugadores para poder sostener el discurso político de López de “Yo puedo solo”. Esto además genera todo tipo de riesgos de corrupción.

López y Bartlett los peores administradores públicos de la historia de este país

En esos mismos años que peleábamos la creación de varias leyes para aterrizar el Sistema Nacional anticorrupción 2016, 2017 y 2018 sucedió un verdadero milagro en la Comisión Federal de Electricidad sostenida en las nuevas capacidades que les daba la reforma energética de inicios de sexenio de Peña Nieto, con la nueva capacidad de organización que les dio el concepto empresa productiva del Estado y con un equipo de expertos en las áreas más sensibles e importantes de la empresa, la CFE sumaba 250 mil millones de pesos en utilidades netas en esos tres años.

Esto es la definición de un milagro en la administración pública, porque no se trataba de una casualidad, de un golpe de suerte, se trataba de tres años consecutivos con una utilidad neta en la operación 94 mil millones en 2016, 107 mil millones en 2017, y 47 mil millones de pesos en 2018 de utilidad neta.

Una decisión fue clave: generar una histórica infraestructura entre México y Estados Unidos para atraer a México gas barato, de manera muy eficiente a través de un gasoducto que le dio acceso a la CFE a las dos cuencas principales del sur de Estados Unidos, una gran decisión.

Pero llegaron los dinosaurios a devorarse todas las ganancias, todos los avances y toda la modernidad.

La reforma energética aprobada a inicios del sexenio de Peña llevaba dos décadas intentándose, tenía el apoyo completo del PAN, del PRI pero también de los más grandes expertos nacionales e internacionales. Además del apoyo de la gran mayoría de los jugadores del mercado energético.

Era una gran reforma que llevaba muchos años intentándose, todo eso la hacía objeto de todos los complejos, las frustraciones y los rencores de los dinosaurios López y Bartlett que habían estado fuera de esta discusión. Ninguno de los dos quiso siquiera esconder sus pretensiones de destruir todo lo avanzado, desde principios de este sexenio amenazaron con que las CFE dejarían de ser una empresa productiva que compite en el mercado y dijeron la vamos a volver el cacique del mercado, el mandón del mercado, el bullying del mercado.

Inició así una brutal campaña de desprestigio a las Comisiones Regularadora de Energía (CRE) y a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) órganos que habían ganado autonomía, capacidades, facultades con la reforma energética y que generaban mucha confianza en el mercado.

Intentaron llenar estos dos órganos con leales incompetentes, de esos que pululan por todo el gobierno, lograron varios nombramientos y otros fracasaron porque eran burdos en su incompetencia que ni siquiera el Senado los quiso reconocer.

Bartlett inició además una infundada y absurda batalla contra los gasoductos y contra el gas natural que traería terribles consecuencias: “mueran los gringos”. Bartlett echó además para atrás el acuerdo con el sindicato y bajó de nuevo la edad de retiro a 55 años, lo que generó otro enorme costo financiero.

Así pasamos de 250 mil millones de pesos en utilidades netas en los últimos tres años de Peña Nieto a 217 mil millones de pérdidas netas en los primeros tres años de los dinosaurios de este gobierno, y esto a pesar de los 284 mil millones de pesos de subsidios que les hemos transferido de nuestros impuestos a la compañía.

Una tragedia provocada por el populismo setentero de dos personas llenas de rencores que están dispuestos a golpear a México con tal de vengar todas las veces que les dijeron que sus ideas sobre energía eran del siglo pasado. La realidad ya les probó que en efecto esas ideas eran del siglo pasado, la bronca es que la cuenta la estamos pagando tú y yo.

¿Qué quiere decir rescatar a la CFE en el dialecto populista de los dinosaurios?

Los dinosaurios López y su jefe Bartlett prometieron rescatar a la industria eléctrica, a la CFE, de las garras temibles de los neoliberales. ¿Qué debemos entender por rescate cuando un dinosaurio populista te dice que va a sacar a la CFE, a quitárselo a las garras del neoliberalismo.

Vamos a empezar por la lana. Primero, los resultados financieros de la CFE en cuatro años: pérdidas acumuladas de 206 mil millones de pesos, en cuatro años, una locura, esto después de haber cerrado con una utilidad neta de 250 mil millones de pesos en los últimos tres años del gobierno neoliberal de Peña Nieto.

Es decir, una variación a la baja de casi medio billón de pesos. Eso quiere decir rescate en términos financieros para el populismo autoritario: perder toneladas de recursos públicos.

Por otro lado, CFE ha provocado la construcción de 16 kilómetros de gasoductos. Sí dije 16 kilómetros en cuatro años, en comparación con los ocho mil kilómetros que se construyeron en el sexenio anterior de los que ya hemos platicado. CFE además, no ha construido una sola planta eléctrica en lo que va de estos cuatro años, bueno inauguró Puerto Peñasco pero no están interconectados a nada, entonces como si no contara. CFE no ha construido una sola línea de transmisión; es decir, rescate para el populismo quiere decir construir menos del 0.2 por ciento de lo que construyeron esos malditos neoliberales que sí utilizaban los recursos públicos que tú les das para construir cosas, y dejar que lo que hoy existe se haga viejo.

El total pasivo de la CFE se duplicó en cuatro años era 935 mil millones de pesos y ahora es mil 700 millones de pesos, otra vez sus estados financieros ante la bolsa. La CFE acarrea una cifra por recuperar en tarifas eléctricas de 108 mil millones de dólares.

Así que las tarifas eléctricas no disminuirán en un muy lejano horizonte porque tienen que recuperar la lana; es decir, rescate para el populismo quiere decir hundir a la compañía en deudas impagables, con datos duros.

Ahora vámonos a los planes anunciados para rescatar finalmente a la CFE de las garras del neoliberalismo.

Se anunció un nuevo gasoducto marino para llevar gas hasta Tabasco con un costo de 81 mil millones de pesos, los clientes ancla de este proyecto son una supuesta planta de exportación de gas natural licuado en Coatzacoalcos anunciada pero sin una empresa comprometida a hacerla y las centrales existentes o nuevas de la CFE en la Península de Yucatán para las que se tiene que hacer básicamente un nuevo ducto de 700 kilómetros, ¿qué podría salir? mal usted platíqueme.

Por otro lado, se anunció un nuevo gasoducto de 450 kilómetros aproximadamente, en la asociación con dos empresas privadas para llevar gas natural a Baja California desde Chihuahua con suministro a Texas de la que ya platicamos. Este gasoducto es para poderle entregar gas natural a las nuevas centrales eléctricas en la zona. El gasoducto tiene que cruzar por zonas ambientales protegidas para poder llegar 180 kilómetros ¿qué puede salir mal?

Recientemente CFE Energía anunció que hará ventas de gas natural en plataforma electrónica y otros medios, CFE Internacional perdió en 2021 en el mercado de derivados cerca de dos mil millones de dólares en unos cuantos días. No saben hacer negocios, te vuelvo a preguntar ¿qué podría salir mal?

Por eso, la próxima vez que un populista te diga que va a rescatar algo, lo que sea, de las garras de eso que llaman el neoliberalismo, corre y cuéntaselo a quien más confianza le tengas. Ya no le vuelvan a creer a los populistas por piedad de Dios.

Las mentiras sobre una nacionalización a Iberdrola

El día de ayer López tuiteó “hoy el gobierno de México firmó un convenio para comprar a Iberdrola 13 plantas de generación de energía eléctrica que formarán parte del patrimonio público y serán operadas por la CFE. Es una nueva nacionalización”. Lo dijo con todo orgullo, pero básicamente nada, nada de lo que dice este tweet es cierto, nada, ni una palabra. Te explico.

Estas plantas ya están en el sistema y ya producen energía eléctrica con gas, esta energía eléctrica ya se entrega a la CFE en su mayoría, por esta razón no hay un solo megawatt adicional al sistema con esta supuesta compra.

Hagan de cuenta que es como la construcción del “chaifa”, se gasta un dineral para no tener más capacidad de operaciones diarias, igualito.

Quien realmente está haciendo la compra es un fondo privado de inversión, si bien puede tener recursos del Fonadin, eso dijeron el fideicomiso gubernamental para infraestructura, en los hechos la empresa privadas será la dueña de las plantas que dicen operará la CFE, pero no queda claro si lo van a rentar, si las van a revender o si el gobierno tendrá que pagar alguna contraprestación por su utilización, habrá que checar, porque según me platican, el Fonadin está seco, no tiene dinero.

Por otro lado, se sabe que Iberdrola opera sus plantas con un número muy eficiente de empleados muy especializados, la CFE lo hará a su estilo, con muchos empleados, impuestos desde arriba, lo que además disminuirá la rentabilidad de estas plantas. Lo único que lograron Bartlett y López con esto es darle vuelo a su discurso de soberanía energética, y su supuesto control que esperaban prometieron del 55 por ciento del mercado, pero con plantas que producen con fósiles y que seguramente las cadenas de valor eventualmente les descontarán en el precio eléctrico porque los clientes dentro de esta cadena exigen energía limpia.

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