La percepción de los mexicanos respecto al regreso a clases está anclada a lazos sociales y recuerdos nostálgicos, dejando en segundo plano el aspecto académico, reveló la encuesta de Research Land, agencia de investigación de mercados y ciencia de datos de Grupo UPAX.
El estudio realizado entre jóvenes mexicanos de 18 a 25 años desmitifica la idea tradicional de que el inicio escolar se centra en el aprendizaje, ya que el 37 por ciento de los encuestados afirmó que lo primero que se les viene a la mente al pensar en el regreso a las aulas es “ver a mis amigos”. En tanto, el 15 por ciento comentó que “estrenar útiles o uniforme”, el siete por ciento dijo que “los maestros” y el cuatro por ciento lo relacionó con los “rituales en casa”.
Estos datos no sólo resaltan la importancia de la amistad en la vida escolar, también sugieren que el valor emocional y social de la educación es más relevante que el conocimiento adquirido. Ello en un contexto en el que, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP), alrededor de 30 millones de estudiantes regresaron este lunes 1 de septiembre a las aulas.

La encuesta señala además que la nostalgia juega un papel crucial en esta percepción. Al preguntar a los encuestados sobre el objeto que mejor representa su regreso a clases ideal, los “tenis nuevos”” fue la más popular (31 por ciento). Le siguieron “no haber tenido esa experiencia” (28 por ciento) y la “mochila con útiles” (23 por ciento), elementos que evocan el ritual de preparación y el sentimiento de novedad que acompaña el inicio de un nuevo ciclo escolar.
Según cifras de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), para este regreso a clases 2025, el gasto promedio por estudiante es de 10 mil 916 pesos, un incremento del 12.66 por ciento respecto al ciclo anterior, aumento impulsado por la inflación en productos educativos.
“Estamos viendo cómo los estudiantes buscan pertenecer a través de lo que tienen. Es parte de la presión social, pero también del papel del marketing en esta etapa. Antes, el ritual de preparar útiles con la familia era lo más emocionante; hoy, lo más importante es qué marcas llevas al salón”, agregó Pablo Levy, director general de Research Land.
Dentro del salón de clases, los recuerdos más vívidos tampoco están vinculados al aprendizaje. El 26 por ciento de los jóvenes recordó con más emoción el momento en que se anunciaba “¡guarden sus libros!”. Esto contrasta con las respuestas que aluden al éxito académico o al descubrimiento, como “entregar un trabajo del que te sentías orgulloso” (19 por ciento) o “aprender algo que te sorprendía” (19 por ciento).

“Me sorprende ver que casi el 30 por ciento de los encuestados no recuerda nada significativo de su regreso a clases. Eso habla de cómo, en algunos casos, la experiencia se ha vuelto más material que emocional”, destacó el director general de Research Land.
El rol de los docentes también se ve matizado por esta perspectiva. A pesar de la importancia de los maestros inspiradores (33 por ciento), el estudio encontró que los profesores que “hacían clases divertidas” eran recordados con más frecuencia (22 por ciento). Este hallazgo subraya que un enfoque pedagógico que priorice la amenidad y la conexión emocional puede ser más memorable para los estudiantes que la mera transmisión de conocimiento.
Finalmente, el consejo que los jóvenes de 18 a 25 años darían a quienes inician su ciclo escolar hoy refuerza la primacía de la socialización. El 24 por ciento optaría por la recomendación “haz buenos amigos y recuerdos”, mientras que 30 por ciento del mismo grupo sugiere “esfuérzate y aprende todo lo que puedas”.
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