Capitalismo con rostro humano

Por una versión cada vez más humana de la empresa. Esa es la premisa que resume el espíritu del EPEC 2024, la Encuesta de Percepción sobre el Empresariado y el Capitalismo, elaborada por el Centro Eugenio Garza Sada dentro de la iniciativa Capitalismo Social.
Su objetivo es claro: nutrir la toma de decisiones del sector privado con base en datos, y promover conversaciones públicas sobre el papel social del empresariado.

El estudio —aplicado entre 2020 y 2024 en Monterrey, Ciudad de México, Guadalajara, Chihuahua, La Laguna, Mérida y Querétaro— mide qué piensan los ciudadanos sobre los empresarios, cuánto confían en ellos y qué esperan de su contribución al país. Los resultados ofrecen una radiografía compleja: hay reconocimiento, pero también distancia.

Una confianza sólida, pero frágil en lo humano

La encuesta revela que 7 de cada 10 mexicanos (71%) tienen una opinión positiva del empresariado, con mejores niveles en el norte (75%) y menor en el sur (60%).
Además, 56% de los encuestados confía en el sector privado, porcentaje mayor al otorgado al gobierno (42%) o a los políticos (28%). Incluso, el empleador directo —es decir, la empresa en la que trabaja la persona— es el actor con más confianza (73%), por encima de los medios y periodistas.

“Confío en mi jefe, no tanto en los empresarios grandes”, comenta María Fernanda Soto, empleada administrativa en Querétaro. “A veces siento que los que están arriba no conocen lo que vivimos los que ganamos poco”.

El dato confirma una percepción doble: el empresario cercano genera confianza, pero el empresario lejano genera escepticismo. De ahí que el documento recomiende alinear la comunicación desde las propias empresas hacia sus colaboradores, evitando depender solo de mensajes gremiales o institucionales.

Un reconocimiento al progreso, con dudas sobre la justicia

El 71% de los mexicanos reconoce que los empresarios contribuyen al progreso del país. Sin embargo, solo el 51% considera que se preocupan por el bienestar de sus empleados, y apenas el 48% cree que están comprometidos con reducir la desigualdad.

Este contraste revela una brecha ética y social que interpela directamente al modelo económico.
Como señala el informe, “se percibe bajo compromiso con el bienestar de los empleados; es necesario iniciar acciones concretas de bienestar y comunicarlas con claridad.”

Para Carlos Jiménez, joven ingeniero de Monterrey, esa brecha se siente todos los días: “Trabajo en una empresa donde hay oportunidades de crecer, pero también sé que muchos compañeros no ganan lo suficiente. Si los empresarios hablaran más de cómo mejoran la vida de la gente, cambiaría la percepción.”

El salario, tensión entre mérito y narrativa

Uno de los hallazgos más reveladores del EPEC 2024 es la “tensión salarial”. Aunque los salarios han aumentado significativamente en los últimos años, la ciudadanía atribuye ese mérito principalmente al gobierno (43%) y no al sector privado (23%). Es decir, aunque los incrementos provienen del esfuerzo conjunto —y son pagados por las empresas—, el crédito se lo lleva la autoridad.

El informe advierte que esta percepción seguirá creciendo en el actual sexenio, por lo que la iniciativa privada debe “tomar el control de la narrativa con acciones y mensajes claros”.
El reto, subraya, no es solo económico sino simbólico: reconstruir la idea de un empresariado que genera bienestar y no únicamente riqueza.

Desigualdad y corrupción: dos heridas abiertas

La desigualdad continúa siendo el problema social que más se asocia con la actividad empresarial, especialmente en el centro del país, donde 22% de los encuestados considera a los empresarios responsables de ella.
A la par, la percepción de corrupción aumenta conforme crece el tamaño de la empresa:

  • 53% cree que las MiPyMes incurren en actos corruptos.
  • 65% lo piensa de los medianos empresarios.
  • 75% de los grandes.
  • Y 82% del gobierno.

En Chihuahua y Ciudad de México, el porcentaje sube a un alarmante 91%, casi equiparando al poder público. El mensaje es claro: la desconfianza estructural en las instituciones ha contaminado también la imagen del empresariado.

Lo que el ciudadano espera: salarios, medio ambiente y equidad

La EPEC 2024 muestra que la ciudadanía espera que el actuar del sector privado se centre en cuatro grandes temas:

  1. Mejores sueldos,
  2. Reducción de la corrupción,
  3. Protección ambiental, y
  4. Impulso al papel de las mujeres.

En promedio, más del 35% de los mexicanos considera que el empresariado debe enfocarse prioritariamente en elevar los salarios, mientras que la preocupación por la contaminación alcanza 14% —particularmente alta en Monterrey, donde triplica el promedio nacional—.

Las mujeres, por su parte, demandan mayor flexibilidad laboral y acceso a prestaciones complementarias: el seguro médico particular y la flexibilidad de horario son las prestaciones más valoradas a nivel nacional, según el estudio.

El nuevo pacto entre empresa y sociedad

Desde su primera edición en 2020, la encuesta ha buscado responder una pregunta de fondo: ¿puede existir un capitalismo más humano?

El Centro Eugenio Garza Sada, impulsor de la iniciativa Capitalismo Social, sostiene que sí, siempre que la empresa reconozca su papel no solo como generadora de riqueza sino como constructora de desarrollo humano integral.

El documento concluye con un llamado directo: “Usar esta legitimidad para abrir conversaciones y hacer propuestas a la opinión pública.” Y sugiere un camino claro para las empresas: escuchar, comunicar y actuar.
La confianza está ahí, pero no es eterna. Requiere coherencia, cercanía y acciones visibles en favor del bien común.

En Mérida, Lucía Chan, madre soltera y empleada de una cadena hotelera, comparte su visión: “Mi empresa me dio un horario flexible cuando nació mi hijo. Eso me hizo quedarme. Uno trabaja con más ganas cuando siente que le importas a tus jefes.”

Casos como el de Lucía ejemplifican el tipo de relación que el estudio propone multiplicar: empresas que no solo generan empleo, sino también confianza, comunidad y sentido.

La Encuesta EPEC 2024 no solo mide opiniones: marca la ruta de una reconciliación social.
La mayoría de los mexicanos valora el papel económico de los empresarios, pero pide empatía, justicia y equidad. El reto no es ideológico, sino humano: convertir la productividad en prosperidad compartida.

En palabras del propio lema del estudio:
“Por una versión cada vez más humana de la empresa.”

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