Vivir dignamente en estos tiempos difíciles

Debemos recordar que cualquier trabajo es digno y que no nos debe dar pena implementar acciones concretas para mejorar nuestra vida familiar y también para educar a nuestros hijos.



Con todo lo que nos ha tocado vivir, que estamos en medio de una crisis económica fuerte, que nos mantiene tratando de obtener los recursos que tanto necesitamos para vivir dignamente.

Esto implica volver a plantearnos nuestras necesidades y saber darles la jerarquía adecuada.

Este año no ha sido una cuesta de un mes, sino que se ha prolongado hasta nuestros días, por lo que te dejo mis 5 Tips para lograr vivir dignamente en estos tiempos tan difíciles.

PRIMERO. Haz una lista de necesidades familiares.
Cada familia es diferente, así que cada lista será diferente.

Es muy importante hacer este ejercicio a profundidad, porque así podremos hacer conciencia de nuestras necesidades reales.

Muchas veces, por el ritmo de vida que llevamos, no nos damos el tiempo de analizar nuestra situación, sino que simplemente vamos día a día tratando de salir adelante, pero sólo haciendo conciencia, podemos planear soluciones reales.

Esta lista debe contener actividades y costos de las actividades básicas, por ejemplo, alimentación, vestido, colegiaturas, medicinas, reparaciones y mantenimiento de los autos, etc.; y después lo que es por gusto o distracción.

SEGUNDO. Analiza las necesidades y darles prioridad.
Una vez hecha la lista, es importante ubicar cuáles son las necesidades más importantes y cuáles pueden esperar.
Esto nos puede ayudar mucho para darnos una buena ubicación de nuestra situación, y sobre todo, para dar pasos seguros para vivir dignamente, sin buscar tener demás, pero tampoco de menos.

Debemos recordar que la prioridad uno la tiene todo lo que se refiere a lo básico indispensable para vivir: alimentación, vestido, salud, etc. Todo lo demás pasa a un segundo nivel, que puede ir variando dependiendo de nuestras características particulares como familia.

Sería muy bueno revisar esta lista con nuestro esposo para hacerla más real y para que incluya lo que para él es importante. También es bueno incluir a los demás miembros de la familia para que sean conscientes de la situación, siempre que estén en edad de comprender.

Esto educa mucho a nuestros hijos porque les hace estar ubicados en la realidad y también les ayuda a darse cuenta que las cosas que afectan a un miembro de la familia son importantes para toda la familia. Les enseña a que el trabajo en equipo es necesario y que todos debemos estar dispuestos a trabajar juntos para que la familia esté bien.

TERCERO. Propón acciones concretas para solucionar las necesidades.
Es bueno dar dos o tres soluciones por cada necesidad, y luego ver cuáles son las más viables. Esto puede variar dependiendo de nuestra posición, de nuestras características, de los recursos que tenemos a la mano y sobre todo de nuestra actitud.

Entre más concretas sean las acciones, será más fácil ponerlas en práctica. Sólo tú sabes lo que es posible y lo que da solución a cada necesidad. Es por esto que tú debes proponer estas soluciones, y después ponerlas a consideración, primero de tu esposo y después de todos los miembros de la familia.

CUARTO. Comunica a todos los miembros de la familia estas acciones.
Se puede hacer una junta familiar para dar a conocer las acciones que se implementarán para ajustarnos a nuestra realidad y dar solución a las necesidades más básicas.

Quizá haya que apretar un poco el cinturón en algunas cosas, quizá haya que dejar otras, seguramente que será de forma temporal; pero siempre es bueno que todos estén enterados.

Es bueno ponerlo gráficamente y en un lugar visible para todos nuestros hijos, así no habrá confusiones. Será más fácil que todos cooperen.

Y QUINTO. Revisa constantemente que se esté cumpliendo todo lo acordado y que las acciones sean correctas, concretas y adecuadas para nuestra vida familiar.
Hacer evaluaciones constantes nos permite corregir el rumbo si es necesario, cambiar de acciones concretas o simplemente adecuarlas a los cambios que va teniendo la familia.

Es importante entrar en un proceso de mejora continua familiar y para esto nuestros hijos deben estar dispuestos a llevar a cabo todas las acciones necesarias para la mejora familiar.

Podemos también, implementar algunos incentivos para nuestros hijos que cumplan con estas acciones y que tengan buena actitud. Podemos ofrecerles tiempo en el parque, jugar el juego que más les gusta, ver algún programa en la televisión todos juntos.

La idea es que estas acciones no generen angustia ni tensión en la familia; sino que por el contrario, nos ayuden a desahogar la tensión generada por la cuestión económica y nos faciliten la relación familiar y la sana convivencia con nuestros hijos.

Debemos recordar que cualquier trabajo es digno y que no nos debe dar pena implementar acciones concretas para mejorar nuestra vida familiar y también para educar a nuestros hijos, en la responsabilidad y para que se den cuenta de que lo que vale la pena cuesta trabajo.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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