Los apuros de palacio

NA’MÁS NO SALEN LAS COSAS

Debe ser espantoso –citando a los clásicos- tener todo el poder en un puño y con su adelantado destape; las campañas que no son campañas y su candidata que no es candidata; y la angustia de no saber de dónde sacar más dinero para regalar porque se abre la campaña de manera formal y ya se gastó en fruslerías todo lo que tenía… Sin duda, debe ser algo que le pega a su ya de por sí, corazón cumbianchero y una presión arterial que se mueve como discurso de Milei enojado.

Por eso, como no salen las cosas como él las quiere, se desespera, grita, manotea, amenaza, dice tonterías y se vuelve torpe para decidir. Luego, sin vergüenza, tiene que recular, mientras sus floreros y otrora incondicionales, ya emigran a buscar las alas de la corcholata que lo imita a la perfección a imagen y semejanza del ventrílocuo mañanero. 

Anda muy apurado y tiene sobradas razones para estarlo, porque los juramentos de fidelidad ya no lo son tanto. Vamos, ni las lambiconerías del doctor muerte le consuelan. Quiere –como dicen los cronistas del pancracio- ¡quiere ver sangre!

Y para “amolarla de acabar”, ya se habla muy mal de él y su gobierno en varios idiomas.

ASÍ, SÍ SE ENTIENDE

Como Yasmín, Loretta y Zaldívar ya no dan el ancho ni los resultados que él espera, ya los colocó en el mismo cajón de los corruptos defensores “de los potentados”… “de los de arriba”.

Y la verdad, como no hay más, encontró que la Ministra Piña es un buen “punching bag” para estar distrayendo a la gente, mientras husmea y repta para hacerse de algo más de dinero. Ya se le acabó también.

No es Norma… es su taquicardia que tamborilea. Es su úlcera que aunque parece que no tiene, la contagia. 

No es Xóchitl que le arrebató el tan sobado discurso de Pepe el Toro: Nosotros los pobres y ustedes los ricos.  Ese rollo, ya tampoco le funciona, porque su corcholata fifí nació entre seda. La otra señora, se partió la madre para salir adelante. Vendía gelatinas mientras la favorita de la corte estudiaba ballet clásico. El, ahora, ya no puede argumentar que la doctorada en el extranjero –allá donde él dijo que se preparaban para robar- pertenece a la clase trabajadora a la que tanto defiende. Ya no le funciona. Por eso está muy apurado,

LA GENTE NO IMPORTA

Que protesten los campesinos, que le mienten la jefa los productores, que le digan de majaderías las madres buscadoras o que se le planten en todos lados a donde va para reclamarle todo… Eso no importa.

La gente no importa. Los apuros de palacio se concentran en él y eso es todo lo que vale.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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