Herencia de generaciones

¿Es bueno seguir los pasos de la familia?

Seguramente algunos de nosotros hemos escuchado, o nos ha tocado vivir dentro de nuestras familias, que alguien estudió una carrera o aceptó algún trabajo sólo para continuar con la tradición familiar, es decir, alguien que estudió medicina porque su padre, su abuelo y sus tíos son médicos, aunque a él no le gusta la medicina. Esto es más común de lo que creemos y está relacionado con los contratos invisibles que existen dentro de las familias; estas falsas lealtades en muchas ocasiones nos hacen alejarnos de nuestros sueños o deseos, con tal de cumplir las expectativas familiares.



Dentro de toda familia existen códigos de comportamiento que los padres heredaron de nuestros abuelos y a su vez ellos lo heredaron de sus padres; estas creencias e inhibiciones se van pasando de generación en generación y son las que van conformando nuestra realidad emocional, tanto lo vivimos en estos momentos como lo que nos permitimos anhelar; en otras palabras: heredamos patrones de conducta, estereotipos y hasta los problemas familiares de generaciones atrás.

Se ha visto que existen familias en donde un patrón de conducta se repite en cada generación, la abuela que se embarazó antes del matrimonio y posteriormente su hija o hijo repiten la historia de enfrentar un embarazo antes de casarse y la nieta vuelve a repetir la conducta; este comportamiento es el resultado de una lealtad familiar donde, inconscientemente se busca “no dejar solo”, por decirlo de alguna manera, al familiar de la generación anterior.

En este sentido, las lealtades familiares se convierten en altas expectativas para nosotros, no siempre adecuadas o convenientes, y muchas veces con consecuencias desastrosas; todo con la finalidad de no defraudar o “acompañar” a nuestros antecesores. 

Generalmente no somos conscientes de que nuestras actitudes, y en ocasiones nuestras decisiones, están basadas en estas lealtades. Puede sorprendernos darnos cuenta de que tenemos ideas que  nos parecen incuestionables porque las hemos asumido a través de nuestra familia, pero que en realidad podrían, y hasta debían, ser cuestionadas. Por ejemplo: hay quienes no se atreven a mudarse de ciudad porque nadie de su familia lo ha hecho, o aquellas personas que terminan eligiendo siempre al mismo tipo de parejas conflictivas.

Es cierto que todos somos perpetuadores de las creencias y expectativas de nuestros antepasados, sin embargo llegado el momento debemos cuestionarnos y analizar cuáles de esas lealtades  familiares nos benefician y cuáles nos limitan y dañan nuestro desarrollo personal.

En Red Familia te invitamos a la reflexión para que identifiques la existencia de estas lealtades familiares en tu árbol genealógico. Ten presente que todo aquello que no resuelvas, pasará a tus descendientes directos o indirectos, tengas hijos o no los tengas, te damos 3 tips para resolverlas. 

• Detecta si constantemente sigues los pasos de algún familiar y si estos te generan problemas con tu esposo o esposa.

• Reúnanse en familia para hablar y conocer la historia familiar.

• Asume tus responsabilidades para evitar que otras generaciones tengan que asumir las consecuencias.

• Evita los secretos familiares, la verdad siempre llevará a la resolución del conflicto.

Al inconsciente hay que sacudirlo, convencerlo de que ya no es necesario seguir con esa lealtad. Por este motivo no basta con conocer un problema con la razón, hace falta interiorizarlo con el corazón, la comunicación en familia es la mejor solución para romper con estos contratos invisibles, porque en la familia está la solución.

@yoinfluyo

redaccion@yoinfluyo.com

* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com


 

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