Que no quede huella, que no que no

Si la historia de México fuera una película, esta ñora cree que el soundtrack para acompañar las escenas de esta semana sería aquella canción de Bronco que va así: “Que no quede huella, que no que no quede huella”, porque a eso se dedicaron esta semana en la Cámara de Diputados.

Coincidentemente o no con las terceras vacaciones covidianas del tuve-que-posponer-el-levantarnos-en-armas-contra-los-invasores-porque-me-dio-el-vahido, los diputados se subieron a una espiral de aprobaciones a lo loco. A esta ñora le recordaron sus tiempos de estudiante cuando la última semana se juntaban todos los trabajos finales y uno tenía que echarse sin dormir dos días para cumplir. Ya muchos columnistas y analistas han explicado cómo estas aprobaciones a lo loco y sin técnica tienen toda la pinta de ser rechazadas si la Corte sigue la línea de rechazar los cambios que no se hacen de forma ordenada y legal.

Entre los muchos asuntos que aprobaron esta ñora sí ve un cierto orden, como decía antes, se trata de no dejar huella de la robadera que se ha hecho. La semana pasada esta ñora decía que acabar con la Financiera Rural era una forma de ocultar y lo mismo pasa ahora con la desaparición formal del INSABI, al desaparecerlos es más fácil acabar con documentación y demás pruebas para que nadie sepa quién se quedó con la lana.

En el caso del INSABI, como esta ñora y casi cualquiera un poquito de memoria, desde que se anunció se dijo que no iba a funcionar. Ahora hay voces que dicen que fue diseñado únicamente con la finalidad de saquear los recursos que había en los fideicomisos del Seguro Popular. Esta ñora quizá tenga un poquito de fe en la humanidad o tal vez es una escasa fe en las habilidades de planeación estratégica del gracias-Putín-por-conseguirme-comprador-para-el-avión-¿no-te-sobra-por-ahí-un-sistema-de-salud-efectivo-que-me-vendas-barato? pero ve muy difícil que eso sea cierto. Más bien piensa que fue la misma receta como casi todo en este sexenio: dos cucharadas de ingenuidad (sí creyeron someramente y con mucha fe que funcionaria), tres litros de desconocimiento de la realidad (no oyeron a ningún técnico serio) y cinco tazas de cinismo corrupto. O sea, quizá no planearon desde el principio robarse todo pero es como cuando hay un pastel muy rico y una ñora jura que nomás una rebanadita y pues pasa lo que pasa… Claro, así que aquí pues matan dos pájaros de un tiro porque “cierran” su error y le pasan el lío a una estructura paralela llamada IMSS Bienestar que según algunos sí afectará al IMSS y lo hundirá; pero que según otros es tal cual paralela y no resolverá nada y no permitirá a los antes asegurados del Seguro Popular tener ninguna atención real.

Y en el mismo camino va eso de que la Secretaría de la Función Pública será ahora la encargada de las compras consolidadas de todo el gobierno que asunto que con este gobierno le está encargada a Hacienda. Para musicalizar este movimiento a esta ñora le parece que se puede usar otra canción de Bronco, esa de “Corazón bandido, corazón bronco y atrevido…”. Es qué sí son bien bandidos, broncos y atrevidos porque en un mundo más o menos normal resulta absurdo que la secretaría que se supone que revisa y controla que todos cumplan bien sus funciones incluyendo comprar bien y sin corrupción, ahora sea la encargada de comprar todo y además fiscalizarse a sí misma para que no haya corrupción.

Pero como la prima de la ñora señaló, el tiro no va tanto por ahí. Después de todo la Función Pública así que tú digas ay qué eficiente ha sido vigilando las compras de Hacienda, pues no. El asunto va en Hacienda tendrá que entregar a Función Pública todos los archivos que podrían tener todas las cochinadas hechas estos cinco años y se pueden “perder”. Y así cuando en un par de años le pregunten a Hacienda, ¿oye dónde quedó este expediente de los contratos del hijo de Bartlett?, pues Hacienda dirá se lo di a Función Pública y Función Pública podrá decir, a mí que me esculquen porque no me dio nada… y así al infinito.

Y ya ni decir nada de que hasta el dinero que entra por el Turismo ahora va destinado a que lo manejen los ¡militares! Evidentemente, nadie empieza a buscar en los cuarteles como bien nos enseñó lo de Ayotzinapa. O sea, nada mejor para resguardar algo que los señores con armas (esta ñora se ajusta a la definición de Zaldívar de que son civiles porque en México el presidente es civil) y entrenamiento, y además con la excusa perfecta de “seguridad nacional” para guardar los enjuagues (y los champús). Esta ñora piensa que si antes vivimos la dictadura perfecta con el PRI ahora traemos la “militarización perfecta”, porque la otra no parecía dictadura y lo era y si el Ejército hace todo, controla todo sea gobierna todo pero parece que no…

Pero más allá de eso, la prima y esta ñora estuvieron especulando: ¿por qué parecen tan concentrados en ocultar todos los rastros? ¿Se tienen que tomar tantas molestias desmantelando la operatividad del gobierno por ocultar sus huellas? ¿Por qué con tanta anticipación van a causar tanto desorden cuando todavía tienen que gobernar tantos meses? ¿No que Morena alza más suspiros que Sergio el bailador que “a todas las chicas las ha enloquecido/ las ha trastornado con su forma de bailar”? ¿No que tienen aseguradísimo el triunfo en Edomex, Coahuila y van a arrasar de nuevo en 2024?

Alguno podría pensar que todos esos desvíos millonarios tendrán el “noble fin” de comprar votos, pero esta ñora tiende a pensar que pasará como con los que entraban en la cueva de Ali Babá que no podían resistir la tentación y olvidaban a qué habían entrado. Esta ñora está convencida de que ya ni siquiera piensan “invertir” en ganar las elecciones, ya cambiaron a un plan a corto plazo: es mejor negocio enriquecerse rápido confiando en que nadie tendrá ni la paciencia ni las ganas de desenmarañar el cochinero porque estaremos más ocupados en reconstruir con las cuatro piedras que no pudieron cargar porque sí estaban muy pesadas. Es que eso de gobernar todo el país, sí necesitaba mucho esfuerzo y la verdad es ser oposición era más agradable…

Por cierto, ojalá que la EsClau pronto logre que el Bronco toque en el Zócalo como en 2017, no porque esta ñora quiera concierto gratis, es para que cumpla con su verdadera vocación: organizadora de espectáculos masivos.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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