Esta ñora vive en Chilangolandia, nació en Chilangolandia y aunque confía en no morir en Chilangolandia (o sea, espera lograr mudarse a otro lado y no caer víctima de algún desastre o bala perdida antes) por mientras cumple su sagrado deber de quejarse ampliamente del frío cuando el termómetro marca menos de 15 y del calor cuando marca más de 25 centígrados.
El clima es en realidad lo único que esta ñora extrañaría porque en esta ciudad desde hace más de 25 años pesa más lo que no se ve que lo que se ve. Y con la Clara eso es todavía más claro. A pesar de la sequía de los años pasados (en 2024 esta ñora no amó el clima de la ciudad pero fue una excepción) sigue sin verse ni medio plan ni medio anuncio utópico o real de qué se está haciendo para atacar el gravísimo problema del agua. Y ese es un problema mayúsculo o sea con mayúsculas de URGENTE PERO DESDE HACE 20 AÑOS.
La ñora como cualquiera sabe que ese problema pasa justo por lo que no vemos que es la red hidráulica de toda la ciudad que sigue teniendo y seguirá teniendo un grave problema de fugas; y menos se vería si hicieron programas serios de captación de las lluvias para recuperar el manto acuífero. Porque ese sí no se va nadita nadita pero aunque todos creemos que el agua no lleva del Cutzamala, lo cierto es que sale del subsuelo en pozos cada día más profundos.
Para esta ñora es muy claro que eso no es “lucidor” como el fantástico programa que trae Clara de exportar las “utopías” (son las siglas de Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y Armonía Social, esta ñora sí les reconoce que le trabajaron al nombre) que inventó para Iztapalapa y ahora invadirán toda la ciudad. Y si alguno de mis cuatro lectores no es chilango o mejor lo es pero tampoco tiene idea de qué es eso, aquí esta ñora en afán a la verdad les copia palabra por palabra cómo las define el mismo gobierno: “espacios para que disfrutes del arte, el deporte, la cultura, la naturaleza; donde puedes convivir y estar, donde querrás estar todo el tiempo”.
Esta ñora reconoce la ironía de que ofrecen lugares de ilusión para que quieras estar ahí metido en lugar de subirte a una combi y que te asalten; y deberían poner muchas pero muchas más para alojar a todos los ciudadanos que nos quedamos atrapados en las calles cuando los maestros o cualquier grupito de 20 vecinos (con causas justas o injustas, da lo mismo) cierran tranquilamente por horas y horas las calles. Quizá también ofrezcan refugio para los cientos de automovilistas que acaban con las llantas inservibles gracias a los innumerables baches que muy democráticamente ya hay en todas las colonias sin importar si tiene prediales elevados o bajísimos.
Por cierto, como los baches en la ciudad son como gremlims que se reproducen con el agua, pues empieza la temporada de reproducción de los mismos. Esta ñora reconoce que le da mucha ternura ver cómo un bachecito va creciendo y desarrollándose, y algunos lo hacen tan pero tan bien que llegan a volverse agujeros, ¡y algunos más se vuelven socavones donde hasta un auto se puede perder! En este punto en particular esta ñora no entiende por qué no se atienden porque esos sí se ven, ¿o será que son menos negocio que la construcción de las utopías?
Y finalmente, entre las cosas que no se ven, esta ñora debe subrayar que tampoco se ve muy claro por qué a la Clara le mataron a dos cercanísimos colaboradores en plena luz del día y con toda premeditación. Los dos entre más se sabe de ellos, más cola tenían que les pisaran que era suficiente para que alguien los quisiera desaparecer… y también hay que reconocer que son muy buenos en “desaparecer” de las noticias este tema que es grave pero grave y nunca había pasado en la historia de esta ciudad algo de ese tamaño.
PS Entre las cosas que no se ven, esta ñora apuesta que no verá el domingo a López votando por jueces, magistrados y ministros ni en casilla que toque de Palenque (si es que actualizó su credencial) ni en la cercana a Palacio Nacional donde votó la última vez. ¿Quién le entra?
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