Parece que cada día que pasa este sexenio se está pareciendo cada vez más al anterior; bueno, no tanto va siendo en una versión como más deslavada, pero eso sí con mucho anhelo de “pueblo” y si hay algo muy de pueblo, son los refranes. Así que van algunos que esta ñora siente que siguen siendo muy útiles.
El primero es un clásico que esta ñora adora: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”, y en este sexenio de nuevo se está usando la carta de “es que tenemos una gran aprobación” para justificar todo. Estos últimos días la se-me-murió-el-ahuehuete-dos-veces-y-no-pude-controlar-la-plaga-de-las-palmera dijo que se iba a investigar el Fobaproa otra vez porque Zedillo no es popular y nadie lo quiere; en cambio como a López en las encuestas todos lo quieren, pues sería irrelevante auditar sus grandiosas obras.
Esta ñora primero tiene que decir que seguir presumiendo la popularidad cuando a López no se le ha visto ni una sola vez siendo aclamado por los comensales de un restaurante; o subiéndose entre aplausos a un avión (¡A lo mejor sí lo ha hecho y fue en un vagón del tren maya o cruzando los pasillos del AIFA pero como ahí no hay nadie se oyeron poco los atronadores aplausos!) y mínimo dando una conferencia magistral en uno de los gloriosos auditorios que deben tener algunos de los planteles de las Universidades del Bienestar pues es difícil creer que es tan querido y popular. Y si nos vamos con la Trump-me-alaba-un-día-para-al-día-siguiente-acusarme-de-coyona tampoco se ve muy popular o que el pueblo esté encantado con todo lo que hace Morena porque decir que va a ir votar entre 5 y 10 por ciento del padrón electoral a su innecesaria, carísima y cuestionada elección judicial difícil grita: ¡están encantados y apoyan todo lo que hacemos!
Y eso le recuerda a esta ñora, otro refrán muy útil: “Quien se acuesta con niños amanece mojado” (esta ñora está consciente de lo políticamente incorrecto que puede sonar “acostar/niños” fuera del ámbito del hogar, pero así es el dicho). Y este es para todos los morenistas que ahora andan escandalizados porque a Adrián Ruvalcaba le dieron la dirección del Metro. El Adriancito de entrada parece que les cae gordito a muchos porque pues hay que admitir que es guapillo y llegó a ser muy efectivo en Cuajimalpa, donde ganó dos o tres veces como priista. Pero luego se enojó porque no lo dejaron ser candidato y sintió que su corazón se le ponía guinda de coraje y se fue con Morena. Una historia súper original y que nuuuunca había pasado en ese partido, que no tienen a expriistas ni a expanistas y que no chantajearon a Yunes ni a otros dos perredistas (lo únicos que quedaban de Michoacán). Así que los morenistas que se están desgarrando los chalecos guinda pues ni al caso.
Es más esta ñora piensa que si fuera morenista hasta vería con cierto agrado que le dieran la dirección del Metro porque si hay un eslabón muy débil en la Ciudad (junto con el agua), es el Metro que esta ñora recuerda que todos los chilangos considerábamos un medio de transporte seguro, te sentían más cómoda en el vagón de metro que en pesero; que era bastante eficiente; pero ahora está cada día peor en todo y ha tenido accidentes gravísimos y hasta incendio del ¡mando central!, ni más ni menos. Y el mantenimiento a la línea 1 es de risa como quedó, y así una lista más larga que los “secretos” que contará el Ovidio allá en Nueva York.
Claro, esta ñora leyó por ahí que el asunto también tiene mucho que ver con las broncas con el sindicato que está también enojado por las condiciones en que tienen que trabajar y que no les han cumplido quién sabe qué tantas promesas. Así que dicen que les mandaron a un “carita” que no tiene idea de nada del metro (en Cuajimalpa ni hay metro) para que les haga “ojitos”… así como pusieron al “ojotes” de Mario Delgado para que traiga en línea a los sindicatos de maestros. En resumen, la función de ambos no es mejorar el servicio ni la educación, sino evitar que se politice y afecte… o sea, van a cambiar pañales para que la orina no los moje.
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