Palabras políticamente incorrectas

Palabras políticamente incorrectas

Cada vez son más las palabras que debemos evitar pronunciar para no caer en lo políticamente incorrecto, porque la sociedad actual las rechaza, e inclusive, algunas son condenadas hasta legalmente en un mundo que supuestamente se jacta de ser más libre que nunca.



Tal vez porque el mundo es redondo giró, y ahora lo que antes estaba de cabeza está ahora arriba y viceversa, y muchas situaciones se juzgan de forma contraria a como se hacía tan sólo hace unos años.  Es natural que por el paso del tiempo el lenguaje vaya evolucionando con nuevas palabras y la desaparición de otras, pero en este tiempo presente parece que hay una corriente ideológica que está acelerando esto.

Por ejemplo, hoy la palabra moral está casi en desuso, muchas personas lo han sustituido por la palabra legal, y piensan que si algo es legal, por el simple hecho de estar escrito en alguna ley, ya es moral, aunque nos lleve a acciones que son malas de acuerdo a las normas que durante años rigieron nuestra sociedad, derivadas de lo que antes llamábamos el derecho natural, el sentido común, y, sobre todo en el mensaje cristiano sobre el cual se fundamentó el desarrollo de nuestra cultura occidental.

Otra palabra que está a punto de desaparecer es la palabra pecado, que según recuerdo significaba una trasgresión a la ley de Dios, pero socialmente se utilizaba para hablar sobre una falta grave a la sociedad o a las personas independientemente de su sentido estrictamente religioso. Hoy decirle a una pareja que vive junta sin casarse que está en pecado, o resulta ofensivo, o simplemente carece de sentido porque la religión está pasando de moda no solamente entre la nueva generación, sino aún entre las generaciones anteriores que o ya no creen en Dios, o la han relegado tanto en sus vidas que les resulta completamente innecesaria.

La palabra homosexual que significa que una persona se siente inclinadamente hacia personas del mismo sexo ha sido sustituida por la palabra gay, y si se usa en su término original se acusa a las personas de fomentar el odio, cuando es solamente una definición de una condición de conducta.

Sacrificio y obediencia que antes eran palabras que significaban una virtud cuando se hacía por otro, o por la familia, o por un gran ideal, ahora se consideran un signo de sumisión, aunque para otras causas haya que en verdad sacrificarse como para tener una figura de artista, o ganar una competencia de maratón, o trabajar sin descanso sacrificando a la familia para tener un puesto mejor.

Matrimonio que había sido siempre una palabra tan clara que no necesitaba mayores aclaraciones, hoy se tiene que estar definiendo y defendiendo para que mantenga su sentido original de la unión permanente de un hombre con una mujer para constituir una familia, ya que otros tipos de unión   deberían tener su propia definición.

Otra palabra que asusta es la de castidad, que en términos prácticos significaba tener relaciones sexuales hasta el matrimonio y después ser fieles en el mismo, hoy en día que al libertinaje se le llama educación sexual y a la responsabilidad simplemente usar condones o métodos anticonceptivos, la reafirmación de esta palabra evitaría los miles de embarazos no deseados que van en aumento gracias a las campañas del gobierno.

Regresar al uso de estas palabras no sería simplemente un ejercicio ligústico, sino un avance para retomar el camino de la sociedad por una ruta de verdadero desarrollo humano, con énfasis en los valores permanentes, en el sentido trascendental de la vida, con un compromiso de justicia y generosidad en todas las acciones de nuestra vida, que seguramente se reflejaría en mejores condiciones sociales, económicas, políticas, de seguridad y generaría hombres y mujeres plenamente realizados y más felices.

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com


 

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