Cómo conciliar trabajo y familia en la cuarentena

Mantener el buen humor que influye positivamente en el sistema inmunológico y ayuda a desarrollar la creatividad, lo que es muy sano ahora que debemos estar encerrados en casa.


Tiempos de cuarentena


Las familias estamos enfrentando una situación excepcional: permanecer en casa y desde ahí realizar home office, home school y extremar las labores habituales de limpieza. Esta convivencia forzada, aunada a un exceso de información alarmante nos pone en situación de crisis, lo cual representa una oportunidad de cambio; el reto es lograr que nos lleve a un crecimiento personal al desarrollar diversas habilidades de inteligencia emocional, así como fortalecer valores y virtudes familiares.

Como cualquier dificultad que pudiera surgir en una situación habitual de trabajo para alcanzar los objetivos, requiere identificar los problemas que se nos presentan para luego de un análisis, detectar el problema raíz y las diversas soluciones con las que podemos afrontarlo. En casa implica lo mismo. Los padres juntos, y si es el caso con los hijos mayores, deberán platicar sobre lo que es prioritario para que cada miembro de la familia pueda lograr sus objetivos y que metas tener para ver las oportunidades que brinda la nueva situación.

Recomendamos considerar los siguientes puntos:

1. Establecer horarios y áreas para cada miembro de la familia.

Para comenzar a trabajar o que los hijos se preparen psicológicamente es necesario establecer un horario para levantarse, asearse y vestirse; organizando los horarios con base en prioridades. Para iniciar la jornada laboral, los hijos también deben conocer la actividad que realizarán, ya sea trabajo escolar, repasar o aprender algo nuevo apoyado en tutoriales de Youtube previamente elegidos, actividades artísticas o culturales relacionadas a dibujar, pintar o leer lo cual no puede faltar para luego compartir en la reunión familiar, se puede escoger una serie que los padres hubieran visto de jóvenes y que esté accesible, estableciendo uno o dos capítulos máximo, para luego comentar sobre la misma. El caso es tener sugerencias sobre lo que podrán ver sin supervisión.

Además de los horarios el delimitar las áreas para cada miembro de la familia, aunque se encuentren en una misma habitación será algo que ayude a mantener un orden y los tiempos claros. Por ejemplo, la mesa del comedor en un horario puede ser la oficina de papá y más tarde el lugar donde se practican juegos de mesa.

2. Mantener una actitud positiva.

En situaciones como esta, no podemos cambiar el entorno mundial, en aquello en lo que tenemos capacidad de acción es nuestra propia actitud para enfrentar la situación actual. Por tanto, será importante mantener el buen humor que influye hasta en nuestro sistema inmunológico y ayuda a desarrollar la creatividad.

Es importante encontrar las “ventajas” del nuevo entorno como lo es la oportunidad de convivir en familia a través de juegos, conversaciones y aprendendizaje de algo nuevo juntos. Escoger los medios informativos así como el momento para actualizarse de las noticias tiene la intención de “desintoxicar” la mente para ser productivo en otros aspectos y a la vez, tomar decisiones con mayor eficacia y objetividad. Manteniendo la calma logramos pensar con mayor claridad.

3. El trabajo de casa, también es trabajo.

En este tiempo de aislamiento en casa podemos recordar la máxima que dice “toda ayuda innecesaria es una limitación para quien la recibe” y así aprovechar este momento en que no hay tanta prisa y pacientemente se puede enseñar a los hijos, de acuerdo con su edad, a tender la cama, doblar la ropa, o incluso, el arte de separar la ropa y poner la lavadora. También hay encargos que ayudan a todos los miembros de la familia, como preparar la cena, poner la mesa, lavar trastes, guardarlos. Se pueden establecer misiones especiales, como ser “detectives de la limpieza”, siendo conscientes de aquellos lugares que no se limpian con frecuencia o el asignar lugar a aquello que “no tiene” y provoca desorden. Evidentemente estos buenos hábitos se deben conservar cuando la situación se normalice.

4. Sentirse familia.

No estamos solos. Nos hemos dado cuenta de que todos somos parte de la gran familia que es la humanidad. Y lo que sucede al otro lado del mundo también me afecta. Conviene platicar con los hijos de conceptos como la solidaridad y la responsabilidad social. Por supuesto, es muy importante sentirse parte de la familia extensa que incluye a abuelos, tíos, padrinos, etc. Y cada día procurar visitar virtualmente a alguno, interesándose por su situación, su salud y sus asuntos personales.

En estos días lo prioritario es la planeación para prevenir las situaciones que causan mayor estrés y malestar. Establecer horarios y metas para cada día y evaluar al final lo que se ha logrado será una buena forma de no solo pasar, sino crecer en estos días.

 

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* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com

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