Ovidio ¿a cambio de qué?
Es evidente que la captura de Ovidio Guzmán está sirviendo como moneda de cambio entre Joe Biden y López Obrador.
La oposición ciudadana mexicana no es un cuerpo, sino millones de moléculas individualmente opuestas al régimen actual.
El presidente tiene siempre, además de otros datos, un as bien oculto bajo la manga.
La alcaldesa de Tijuana en vez de amenazar con la cárcel a los asesinos e incendiarios, les pide que si van a seguir haciendo lo suyo, lo hagan pero sin molestar a los demás.
Parece que casi todos los intentos de cambio de gobierno en nuestro país han tenido ese común denominador: el recurso a la violencia.
La soberanía es confundida utilitariamente con la posesión y/o administración de recursos naturales.