Octubre es el mes que la iglesia consagra al Santo Rosario, corona de rosas celestiales, arma poderosa contra los enemigos de la fe y auxilio seguro de los cristianos.
Vivimos en un mundo bárbaro, violento e inhumano, vandalismo, saqueos, profanaciones, ataques a iglesias, asaltos, apuñalamientos, agresiones sexuales, abusos a menores, lo que muestra un constante occidente en guerra.
En estos tiempos, es necesario desenvainar la espada para defender que el pasto es verde, pues la realidad es tergiversada o manipulada sin el menor rubor y con gran cinismo.
En una sociedad habituada a la gratificación instantánea, el poder de la oración se ha desestimado, el mundo ha olvidado que sin Dios no podemos hacer bien alguno.
La sociedad actual promueve el desenfado, la irreflexión y el infantilismo de los adultos al exaltar la falta de compromiso, el rechazo del deber y la irresponsabilidad.
San Juan Bautista fue el último y el más grande de los profetas, precursor de Jesucristo, tanto en su nacimiento como en su muerte, es el único santo de quien la Iglesia celebra tanto el nacimiento como su martirio.
Actualmente se educa a los hijos para que sean excelentes ciudadanos, excelentes profesionistas y hombres exitosos a la manera de un mundo superficial, consumista y ferozmente competitivo.
El feminismo se ha ido elaborando colectivamente, sobre todo a través de un trabajo en pequeños grupos donde hemos aprendido a conocernos y a estimarnos.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo.Acepto