Los valores de cada familia construyen una sociedad fraterna, justa y solidaria. A la vez, la familia ha de demandar el apoyo al buen gobierno, especialmente en el terreno educativo.
Promover la esperanza conviene a los gobiernos y a movimientos sociales con diversos propósitos que incluso pueden protestar sin caer en agresiones ni destrucciones.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo.Acepto