Por fin, un contrapeso provida en la CIDH

Edgar Stuardo Ralón Orellana prominente abogado guatemalteco defensor de la vida, ocupará un lugar en la CIDH. Será minoría, pero su oposición a la “agenda progresista” incomodará a sus contrapartes.


Se cuela a CIDH


Por años, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha estado conformada en su totalidad por personajes alineados a la agenda progresista la cual promueve el aborto, la eutanasia, la homosexualidad y en general la ideología de género, lo que les ha permitido difundir y trabajar en torno a estos temas aprovechando la plataforma que representa la Organización de los Estados Americanos (OEA).

La CIDH es una de las dos entidades del sistema interamericano encargadas de observar el respeto a los Derechos Humanos en el continente. Está compuesta por siete miembros elegidos en la Asamblea General de la OEA por periodos de cuatro años. Debido a que el 31 de diciembre de 2019 concluye el encargo de cuatro de los comisionados, debían elegirse sus sustitutos en la asamblea realizada recientemente en Medellín, Colombia.

En esta ocasión tres fueron las situaciones que marcaron esta elección: 1) Se presentaron muy pocas candidaturas, un total de cinco, 2) el aspirante del país anfitrión, Colombia, quedó fuera, y 3) uno de los nuevos comisionados no obedece a los intereses de la agenda progresista, por el contrario, se ha destacado por defender la vida.

Se abre boquete

Quienes se apuntaron para este proceso fueron, la actual presidenta de la CIDH, la panameña Esmeralda Arosemena de Troitiño, quien obtuvo 26 votos, la jamaiquina Margarette May Macaulay, quien recibió un respaldo de 25 votos, el guatemalteco Edgar Stuardo Ralón Orellana, con 23, y la peruana Julissa Mantilla Falcón, con 22, el colombiano Everth Bustamante García, obtuvo 21 votos y ya no alcanzó lugar.

Cabe destacar que los otros dos lugares en la CIDH no se renovarán sino hasta 2021, actualmente estos lugares son ocupados por Joel Hernández García de México y Antonia Urrejola Noguera de Chile.

El candidato que realmente causó controversia y a quien no le fue fácil hacerse de una posición en el organismo interamericano es el guatemalteco Edgar Stuardo Ralón Orellana, quien fue duramente criticado por el panel de expertos que previamente investigaron, entrevistaron e hicieron una no recomendación para que este prominente abogado ocupar una de las vacantes de la CIDH.

En el Informe del Panel Independiente de Expertos y Expertas para la Evaluación de Candidatos y Candidatas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se destaca que el abogado independiente Edgar Stuardo Ralón se presenta como “defensor activo del orden constitucional guatemalteco” y como “referente de opinión en materia de defensa a los derechos humanos tales como la defensa a la vida, las libertades civiles, los derechos cívicos y políticos, y el orden institucional” (sic).

Entre los datos que se asientan en el documento, sobresale el señalamiento de que en 2017 promovió un amparo provisional ante la Corte de Constitucionalidad para denunciar la inacción de las autoridades ante la llegada del “Barco Abortista” de la organización Women on Waves (Mujeres sobre las Olas) a aguas guatemaltecas, el cual finalmente fue expulsado de territorio del país centroamericano evitando así que realizaran abortos gratuitos.

“También ha representado a organizaciones que impulsan legislación represiva en contra de los derechos sexuales y reproductivos, así como a la población de la diversidad sexual. En este sentido, de acuerdo a la información provista por la sociedad civil, el candidato ha presentado amparo (Amparo 1434-2017) en representación de la Asociación La Familia Importa y en contra del Procurador de los Derechos Humanos (PDH), ante la elaboración del manual de Derechos Humanos, Derechos Sexuales y Reproductivos y, Atención a Embarazos en Niñas y Adolescentes”, la parte actora representada por el candidato Ralón argumentó que “la emisión del manual amenaza la vulneración del derecho a la vida y protección de las personas, pues promueve la legalidad del aborto”.

El Panel concluyó que la trayectoria de Edgar Stuardo Ralón Orellana en materia de derechos humanos no es directa y sólo se limita al trabajo de abogado constitucionalista, por lo que, “no está convencido que reúne los requisitos de reconocida versación en la materia”.

En cuanto al requisito de independencia e imparcialidad, el Panel consideró que cuenta con elementos derechos humanos que directamente están alineados con los intereses del gobierno que lo ha postulado.

Cuestión de enfoques

Organizaciones civiles elaboraron un análisis del documento emitido por el Panel de expertos, al que calificó de parcial, toda vez que a pesar de asegurar que sus integrantes son independientes a organizaciones convocantes y Estados postulantes “si repasamos la trayectoria, intereses y línea ideológica de las organizaciones convocantes, encontramos una total consonancia con los intereses y la línea ideológica de los profesores y activistas convocados para tal fin”.

Además, destacaron que desconocían que existiera una convocatoria abierta y transparente para la designación de los mismos, y que representan sólo a un espectro de la variada diversidad ideológica de nuestro continente.

Las organizaciones que convocaron dicho Panel reciben financiamiento de la Fundación Ford, Open Society (fundada y presidida por George Soros), así como de International Planned Parenthood Federation, destaca el documento.

Por otra parte, en el análisis los integrantes de la sociedad civil organizada reprochan que los panelistas atribuyan sus opiniones particulares a la opinión de toda la sociedad civil, generando una falsa identificación y un consenso ficto que no existe en la realidad. representar a organizaciones específicas, para nada representativas de la totalidad de la sociedad civil de nuestra región. “Hacer esto constituye un fraude moral y plantea graves reservas éticas”.

Las más de 65 organizaciones civiles de todo el continente que firmaron este documento, indicaron que el Informe del Panel Independiente de expertos y expertas para la evaluación de candidatos y candidatas a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “carece de independencia e imparcialidad, y se verifica como un intento más de organizaciones multimillonarias para imponer sus agendas, en contra de la voluntad soberana de los pueblos y el mandato que los Estados le otorgaron a la Comisión. A su vez, detenta una legitimidad que no posee en toda la sociedad civil, y es manifiestamente parcial en sus investigaciones”.

Gana la partida

A pesar del intento por que el abogado guatemalteco Edgar Stuardo Ralón Orellana fuera descartado para ocupar un espacio dentro de la CIDH, debido a su proclividad por la defensa de la vida y la familia, alcanzó los votos requeridos y entró en la tercera posición, sin que las recomendaciones del Panel le impidieran convertirse en uno de los comisionados del organismo internacional.

Con la llegada de Ralón Orellana los grupos en defensa de la vida, la familia y la libertad de expresión esperan tener un representante de estos valores que además son los que dieron origen a la OEA, y que hoy siguen vigentes en todos los rincones del continente a pesar de que en los últimos años han buscado desviar sus objetivos.

A pesar de que el lugar que ocupara en la CIDH es sólo uno y difícilmente será un contrapeso en varios de los temas que defienden los valores humanos, seguramente que en muchas ocasiones incomodará a sus contrapartes.

 

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