A partir del 1 de enero de 2026, el salario mínimo se incrementará 13 por ciento con lo que pasará de 278.80 a 315.04, informó el secretario del Trabajo, Marath Bolaños. De esta manera el sueldo mínimo mensual será de nueve mil 582.47 pesos. En la zona libre de la frontera norte, el aumento será del cinco por ciento, para pasar de 419.88 a 440.87 pesos diarios, lo que representa 13 mil 149.80 pesos mensuales.
El funcionario también informó que la reducción de la jornada laboral de 40 horas se hará de manera gradual. Ambas medidas se lograron por el consenso unánime entre las autoridades gubernamentales y los sectores empresarial y laboral.
Después de darse a conocer la noticia, la Confederación Patrona de la República Mexicana (Coparmex) reconoció que el aumento fue resultado del acuerdo tripartito del Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI), y afirmó que “este resultado confirma que los consensos entre empleadores, trabajadores y gobierno pueden fortalecer el ingreso sin afectar la estabilidad del empleo formal”.
Detalló que este incremento integra un Monto Independiente de Recuperación de 17.01 pesos y un componente inflacionario de 6.5 por ciento, lo que permite que el salario mínimo cubra el 100 por ciento de la línea de bienestar familiar, cuyo valor alcanzó en octubre de 2025 los nueve mil 519 pesos con 82 centavos mensuales, lo que equivale a dos canastas alimentarias y no alimentarias.
El organismo patronal dijo valorar que el aumento diferenciado para el salario mínimo en la Zona Libre de la Frontera Norte de 419.88 a 440.87 pesos, mediante un ajuste inflacionario del cinco por ciento. Esta medida evita distorsiones en el mercado laboral ya que en esa región, el salario mínimo ya superaba la meta del gobierno federal de alcanzar 2.5 veces el valor de la canasta alimentaria y no alimentaria; con el nuevo ajuste, dicha referencia se rebasa en alrededor de 12 por ciento, lo que refleja un esfuerzo coordinado para fortalecer el ingreso.
Consideró que este proceso muestra que empleadores, trabajadores y gobierno podemos construir consensos que mejoren el poder adquisitivo sin comprometer la estabilidad laboral. “Durante casi una década hemos impulsado la Nueva Cultura Salarial, estrategia que ha permitido recuperar en 148 por ciento el poder adquisitivo del salario mínimo, con efectos directos en la calidad de vida de millones de Trabajadores y sus familias. Esta visión se alinea con nuestro compromiso de promover un país más justo, equitativo e incluyente”, subrayó.
En torno al anunció un acuerdo para incorporar en la Constitución una jornada laboral de 40 horas semanales, cuya implementación será gradual a partir de 2027 mediante una reducción de dos horas por año, consideró que este esquema progresivo permitirá que las empresas adapten sus procesos internos y preserven su competitividad, al tiempo que amplían el equilibrio entre trabajo y vida personal para millones de Trabajadores.
El acuerdo considera también un régimen de tiempo extraordinario de hasta 12 horas semanales, sin exceder cuatro horas por día y en no más de cuatro días, mientras que los detalles restantes se definirán en las adecuaciones a la Ley Federal del Trabajo. Esta ruta ordenada contribuirá a que la transición se realice con certidumbre jurídica y con respeto a la operación de las mipymes, que representan la columna vertebral del empleo formal.
La Coparmex subrayó su beneplácito porque la negociación se haya desarrollado mediante un diálogo serio, abierto y corresponsable. La disposición de todos los sectores permitió alcanzar acuerdos que fortalecen el ingreso, reconocen la capacidad de adaptación empresarial y consolidan la competitividad del país. Este es un ejemplo de que los consensos pueden generar beneficios equilibrados para la economía y para quienes impulsan diariamente la actividad productiva.
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