T-MEC: lo que se negocia en silencio

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entró en vigor el 1 de julio de 2020, reemplazando al antiguo TLCAN. Desde entonces, se ha convertido en la columna vertebral del comercio regional en América del Norte. Tan solo en 2023, el intercambio comercial entre los tres países superó los 1.5 billones de dólares, con México como principal socio comercial de Estados Unidos, por encima de China.

Sin embargo, el acuerdo no es inmutable. El T-MEC incluyó desde su diseño un mecanismo de revisión obligatoria cada seis años. La primera se avecina para 2026, lo que convierte los próximos dos años en un periodo decisivo para que México defina qué está dispuesto a defender y qué puede ceder.

“Más que un trámite administrativo, la revisión del T-MEC es un examen de mitad de camino. De lo que se decida dependerán la competitividad regional y la soberanía de sectores clave”, explica Luis de la Calle, ex negociador del TLCAN.

Fechas clave y contexto político

El calendario no es casual. Para 2025, Estados Unidos habrá renovado presidente, Canadá estará en campaña electoral y México tendrá un nuevo gobierno en funciones desde octubre de 2024. La política y la economía convergerán en la mesa de negociación.

El texto original del T-MEC establece que la revisión debe considerar:

  • Reglas de origen automotrices, uno de los temas más tensos desde 2020.
  • Estándares laborales en México, particularmente la libertad sindical y los salarios.
  • Compromisos ambientales, presionados por Washington y Ottawa.
  • Disputas energéticas, donde México enfrenta paneles por su política de soberanía energética.

Para Verónica Martínez, investigadora de la UNAM, “la revisión será un termómetro de la confianza en México. Si no hay claridad en el respeto al Estado de derecho, inversionistas y socios presionarán con fuerza”.

Lo laboral: un terreno de escrutinio

Uno de los capítulos más vigilados es el laboral. El Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida ha sido activado en más de 20 ocasiones contra empresas mexicanas acusadas de negar la libre sindicalización o mejorar las condiciones laborales.

La Secretaría del Trabajo reconoce que se han corregido prácticas, pero los sindicatos estadounidenses siguen presionando. “El T-MEC nos dio un marco para garantizar la democracia sindical, pero aún falta que esto se refleje en mejores salarios reales”, advierte Susana Prieto, abogada laboral.

Testimonios de obreros en plantas automotrices de Guanajuato señalan que, aunque ahora hay elecciones sindicales libres, las alzas salariales no alcanzan a cubrir el costo de vida. “Antes votaban por nosotros los mismos de siempre, ahora sí elegimos, pero en la cartera no vemos la diferencia”, comenta Alberto Hernández, trabajador en una autopartista.

Medio ambiente y energías limpias

El capítulo ambiental será otro campo de batalla. Estados Unidos y Canadá han cuestionado la política mexicana de privilegiar combustibles fósiles frente a energías renovables.

En 2023, la Comisión para la Cooperación Ambiental advirtió que México incumple metas de reducción de emisiones. “El T-MEC obliga a los tres países a fortalecer sus estándares ambientales, pero México se ha rezagado”, señala Alejandra López, experta en políticas verdes del ITAM.

Esto puede traducirse en sanciones o en la exigencia de reorientar inversiones hacia energías limpias. Para la juventud mexicana, el tema no es abstracto. “Queremos empleos, sí, pero también un futuro respirable. El T-MEC puede empujar a México a tomarse en serio la transición energética”, expresa Daniela Ramírez, estudiante de ingeniería ambiental.

Comercio digital y propiedad intelectual

El mundo de 2026 será aún más digital. El T-MEC ya incluye capítulos sobre comercio electrónico y protección de datos, pero la revisión ofrece la oportunidad de modernizar estas disposiciones.

Las empresas emergentes mexicanas ven ahí una ventana de oportunidad. “Si logramos que el acuerdo facilite el flujo digital, México puede volverse hub de innovación en la región”, apunta Carlos Barrera, emprendedor fintech.

Sin embargo, esto también plantea riesgos: la presión para ceder más en materia de propiedad intelectual podría encarecer medicamentos y limitar la innovación local.

Resolución de controversias y soberanía

El sistema de resolución de controversias del T-MEC ya ha sido puesto a prueba. México enfrenta paneles por su política energética y por restricciones al maíz transgénico.

“El problema no es que existan los paneles, sino que se usen como armas políticas”, advierte Jesús Seade, ex subsecretario para América del Norte. Para muchos, la revisión será la oportunidad de ajustar estos mecanismos para garantizar equidad.

¿Qué está en juego para México?

La revisión del T-MEC no es un debate técnico aislado: implica soberanía, desarrollo y bienestar. Según datos de la Secretaría de Economía, más del 80% de las exportaciones mexicanas van a Estados Unidos. Cualquier ajuste al acuerdo repercute directamente en millones de empleos.

Pero el reto no es solo externo. México debe llegar a la mesa con unidad interna. Empresarios, sindicatos, ambientalistas y sociedad civil tienen un papel que jugar. Como recuerda la Doctrina Social de la Iglesia, el comercio debe estar al servicio de la persona y el bien común, no solo de los intereses corporativos.

La revisión del T-MEC será un momento histórico. México puede aprovecharlo para:

  • Consolidar un mercado laboral más justo.
  • Apostar en serio por energías limpias.
  • Convertirse en líder digital regional.
  • Defender su soberanía con reglas claras.

O bien, puede quedar atrapado en disputas, cediendo terreno estratégico.

“Si entendemos que el T-MEC es una herramienta y no un fin en sí mismo, la revisión puede ser un punto de inflexión para México”, concluye Luis de la Calle.

Para los ciudadanos, no es un debate lejano: de estas negociaciones dependerán los salarios, el medio ambiente y la calidad de vida. Como dice Alberto Hernández, el obrero de Guanajuato: “Lo que firman allá arriba se siente en nuestra mesa. Ojalá esta vez piensen en nosotros”.

 

@yoinfluyo

Facebook: Yo Influyo
comentarios@yoinfluyo.com

Compartir

Lo más visto

También te puede interesar

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Newsletter

Suscríbase a nuestra newsletter para recibir nuestras novedades.