Como toda ñora sabe, los huevos son uno de los alimentos que más opciones ofrece en la cocina, y son básicos a la hora de desayunar, y también en la política a veces por falta de y a veces por la forma de cocinarlos. Por ejemplo, a la cada-que-trato-de-cambiar-a-un-funcionario-de-mi-gabinete-me-cae-un-palencazo creyó que su “venganza” sobre Zedillo por el artículo donde exhibe cómo se acabó la democracia en México eran unos huevos estrellados así con su clara y su yema muy bien separadas; pero resulta acabó haciendo unos huevos revueltos (y ni siquiera con saborcito rico así a la mexicana, pues) pues al exhibir el Fobaproa se le olvidó que el papá de Altagracia, su “vocera” con el mundo empresarial fue de los ganones del asunto; que Ignacio Mier Velazco, coordinador de senadores de Morena votó a favor; el abogado de los bancos era el nefasto Arturo Zaldívar y de pilón, la inclasificable Patricia Armendáriz fue en parte la operadora del mismo desde la Comisión Nacional de Valores.
A esta ñora le parece que tampoco quedaron muy buenos los huevos benedictinos que quisieron cocinar con la atención al funeral del papa Francisco, al contrario quedaron insípidos, con la salsa mal cocida y nadie se los quiso comer. Es que si hay algunos huevos que necesitan muchos ingredientes, cuidado y habilidades son esos huevos tan internacionales y tan deliciosos si salen bien; pero para eso necesitan un excelente cocinero que entienda de relaciones exteriores y lleve bien los entramados de este. La digo-que-no-somos-piñata-de-Trump-pero-hasta-el-medio-millón-de-ilegales-que-he-detenido-Trump-se-los-quiere-adjudicar se vio muy mal en no darse el tiempito para ir, la foto de Zelensky con Trump es prueba de que ahí se cuecen muchos huevos. En cambio, ni siquiera mandó al secretario de Relaciones Exteriores sino a la Rosa Icela que es dice que es de Gobernación; pero no gobierna nada y la mandó con la encargada de asuntos religiosos: Clara Luz Flores quien no llegó a gobernadora en Nuevo León porque se descubrió que estaba en la famosa secta NXIVM.
Por otro lado, a esta ñora le intriga cómo andan en realidad las cosas con las Fuerzas Armadas que el sexenio pasado tenían como favoritos los huevos al albañil y que gracias a ser los constructores de todo, menos de la seguridad nacional tenían unos contratos jugositos, el gobierno era su gallina de los huevos de oro pues, y ahora como que andan muy silenciosos. Se supone que el gallo, que no pone huevos y cada día cacarea menos, según ve esta ñora, es Omar García Harfuch. Esta ñora rectifica, ni tan gallo, porque su comparecencia en el legislativo no la hizo ante el pleno sino que en lo oscurito y anda declarando que ni modo que vaya a poder arreglar el tema en seis meses… Lo cual esta ñora de plano no entiende, ¿a poco no funcionó eso de abrazos no balazos? ¿A poco estamos peor que hace seis años? Si hasta el Gertz ya dijo que lo de Teuchitlán era un lugar de esparcimiento familiar… (y esta ñora está de acuerdo: era un lugar de esparcir muertos, cenizas y huesos de los familiares que acababan ahí).
Y hablando de las cámaras y de los de Morena y aliados, esta ñora apuesta que entre muchos los huevos favoritos son los divorciados, sí esos que traen dos salas y parecen mezclarse; pero en el fondo cada huevo anda en lo suyo. Porque cada día disimulan menos las patadas que se dan Monreal, el primer hombre Adán y el Noroña. Y qué decir de cuando 80 legisladores de Morena pidieron la renuncia de la actual secretaría de Bienestar porque “acapara” los programas sociales según los intereses electorales de arriba y ni siquiera atiende “parejo” a los intereses de los miembros de su partido.
Y finalmente, esta ñora detecta que donde los huevos ya se están pasando de cocidos los huevos es en PEMEX. Es que si en algún lado la transformación salió al revés fue ahí, porque a finales del sexenio de Peña ahí la llevaba gracias a los cambios hechos; pero entre poner a un agrónomo, hacer Dos Bocas y revivir los sueños guajiros del pasado, se le hundió el fango más lodoso y es tan grande el boquete financiero que amenaza con estallar peor que un huevo duro cuando se pasa se cocido y acaba explotando de tal modo que hasta el techo de la cocina hay que andar limpiando (esta ñora no habla por experiencia, nomás le contaron). Y en el caso de México, podría acabar con el poco equilibrio presupuestario, y que nos hunda la calificación crediticia y seamos los apestados como huevos podridos para pedir préstamos (que de todas maneras pediremos, pero pagando el triple), y que no se diga que nadie lo advirtió porque se ha dicho por años.
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