Ley y prudencia

Una prudencia que solapa la injusticia y que justifica la inmoralidad, no es prudencia, es perversión.

Escuelas y hospitales, ¿público-privados?

Hay caminos para diluir las diferencias entre educación y salud pública y privada, y darle la oportunidad a millones de mexicanos que decidan dónde educarse o curarse.

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