Tesoro divino

La Familia es el tesoro divino

La llegada de nuevos tiempos nos ofrecen la oportunidad de un nuevo comienzo, de un nuevo paradigma mental, los tiempos inusuales requieren de medidas de normatividad que nos hagan diferentes, en la forma de pensar y actuar, en vez de empeorar las cosas es una necesidad imperiosa que empleemos un acercamiento más sano y suave hacia nuestros hijos, tenemos que ser más maduros, poner atención a los acontecimientos del mundo y trabajar juntos, recordando que nuestros valores metas básicos son los mismos, vamos cambiando los métodos de la crianza de nuestros hijos, desapareciendo la violencia familiar, tratemos a la familia como lo más grande y divino tesoro, ella es nuestra existencia, vamos reconociendo las derrotas y las victorias con firmeza para ser mejores como seres humanos en nuestras vidas.



La familia pasa por períodos de enormes responsabilidades, lo justo es recompensar a la familia es la que sume una  función de importancia para el desarrollo de una nación, no es necesario la comprensión del mundo para descubrirlo justo frente a tus ojos, empezar una nueva vida es algo que tenemos que hacer cada segundo, no debemos de esperar a que queramos volver a empezar una nueva clase de vida, porque en ese punto es fútil desear haber evitado lo que ha ocurrido, tratar de comenzar una nueva vida porque queremos huir de una existencia triste y patética, es como brindar a un barco que se está hundiendo cuando el puerto ya está colapsado, debemos de abandonar cualquier condición pasada y dolorosa, tenemos que permitirnos que todos nuevos movimientos tengan su propia vida.

Si intentamos ver la vida bajo una perspectiva que amplíe nuestra comprensión y nos diga que todo lo que está bajo el sol tiene su nacimiento su vida y su muerte, entonces algún día llegaremos a darnos cuenta que nuestro pasado doloroso persiste porque hay algo interno que no lo deja morir, cualquier tristeza persistente es una forma y manera de vida que no es natural, debemos de atrevernos de ir más allá de nosotros mismos, es decir de lo que pensamos que somos en la actualidad, aquí no tenemos ningún peligro en ascender y ascender hacia las alturas, el único grave y peligro es de permanecer en un punto muerto sin valor al cambio de vida, cuando nos atrevemos a volar a usar nuestras propias alas, que han estado adormecidas por tanto tiempo, es que nos percatamos que siempre ha dependido de nosotros que hemos vivido sin el gozo suficiente, porque hemos sido deficientes en comprendernos, en descubrirnos.

Es un imperativo que tomemos las cosas en nuestras propias manos, si gozamos hacerlo nuestros esfuerzos serán gratificados más allá de todas nuestras expectativas, recuerda que el pasado se fue y nadie podrá regresarlo, hoy somos presente y futuro con una nueva vida, para empezar una nueva vida permitamos que algo nuevo ocurra dentro de nosotros mismos.

Estar ya dispuestos abandonar las viejas ideas significa invitar realmente a que surjan nuevas, si cultivamos esta disposición ya no nos vamos a sentir amenazados cuando tengamos que reemplazar nuestras ideas y ya no vamos hacer atacados y por ende compelidos a defender una posición emocional y psicológica, donde podemos hacer automático y natural el proceso de abandonar nuestras ideas del mundo que ya resultan inconvenientes y que no nos suministran los mecanismos de adaptación a la única y mera realidad, tenemos que aprender la manera más precisa en que funciona nuestra realidad tanto interna como externa.

No debemos de permitirnos convertirnos en prisioneros de nuestras propias emociones negativas que nos obstaculizan la renovación de momento a momento, la autoduda nace de identificarnos con la idea errónea que como nos sintamos nosotros mismos, depende como otros nos perciban, si podemos eliminar las dudas  acerca de nosotros mismos, podemos abandonar la dependencia de otros, y por otro lado está la autolástima y auto recriminación, esto nacen con identificarnos con la idea que podíamos haber hecho las cosas diferentemente de lo que las hicimos, pero eso es una falsedad, si las hubiéramos podido hacerlas las hubiéramos hecho, no podemos empezar o iniciar una nueva vida con coraje, el cual nace de identificarnos con el temor que sentimos cuando otros no se conforman a nuestro punto de vista, si abandonamos el coraje hacia otros y hacia nosotros mismos, entonces podemos descubrir que las fuerzas del temor es debilitante y mutilante, vivir con coraje es comenzar a morir voluntariamente en vida, cada vez que nos encontramos nosotros mismos nadando en el rio habitual de pensamientos y sentimientos podemos practicar la autosuspensión, es decir suspendemos el juicio, pero no permitamos que la corriente del pasado le dicte la dirección de este momento, hoy el triunfar significa superación a hacia sí mismo ser un triunfador significa vivir intensamente por la lucha de la superación, debemos aquí ser auténticos y utilizar plenamente nuestra inteligencia, que es una condición innata del ser su talento que es la facultad para el hacer.

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