Verdaderamente es inadmisible, ver como a diario deambulan por nuestras ciudades cientos de personas, que por muchas circunstancias, principalmente por falta de trabajo, las tenemos tiradas en el suelo y durmiendo en la intemperie por falta de medios y de caridad; o cómo decimos ahora, de solidaridad.
Hace unos días, cuando iba resolviendo asuntos por la ciudad, caminando, vi pidiendo a un joven de unos veinticuatro o veinticinco años, mi rabia e impotencia estalló, y acercándome a él para escucharle y atenderle, me contó en la situación de falta de trabajo y a la vez de comida. La dulzura de este chico, sufriendo porque no encontraba trabajo, porque se había quedado sin él y nadie podía ayudarle, me conmovió desesperadamente. Es una pena contemplar en la calle esta tragedia y observar como los comedores benéficos, asisten cada día a más personas que van a por su plato de comida.
¿No hay forma de mitigar estas desdichas? ¿Por qué nuestros representantes políticos no toman nota de forma eficaz y solucionan los temas que interesan realmente al ciudadano? ¿No es fundamental que todas las personas tengan un puesto de trabajo digno para poder llevar a sus casas el pan de cada día?
En el interior de nuestra sociedad materialista y deshumanizada, hay personas que nos emocionan y nos avienen entre nosotros.
Poseemos una sociedad manejada con ficciones para llenar necesidades impuestas, que supuestamente cautiven, pero dentro de cada ser permanece la desdicha.
Apreciar y ver a cada persona por lo que es y como es, es un éxito que habríamos de tener vigente en cada situación.
Por favor preocupémonos más de lo fundamental y necesario para que todos tengamos una vida digna. Ayudémonos entre nosotros.
* Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no constituyen de manera alguna la posición oficial de yoinfluyo.com
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